miércoles, 29 de septiembre de 2010

GREGORIO PACHECO Y EL POBLADO MINERO PORTUGALETE DE BOLIVIA

En varias ocasiones he acercado al blog datos, imágenes e informaciones relativas al poblado minero llamado Portugalete ubicado en Bolivia.

En esta ocasión acerco un trabajo en formato pdf en el cual se aportan gran número de datos de carácter histórico relativos a este poblado así como a uno de sus propietarios, en este caso el antiguo presidente de la República de Bolivia Gregorio Pacheco.

El autor de este completo trabajo, con toda seguridad el más completo de los realizados hasta la fecha sobre la localidad Portugalete boliviana, es Moisés Santivanez y fue realizado en los años 20 del pasado siglo.

En mismo aporta infinidad de datos sobre la producción minera del poblado, las características del trabajo y otra serie de datos los cuales tienen como columna la vida de este importante político boliviano dueño de las tierras “portugalujas” de este país.

Un extenso trabajo ilustrado con imágenes de propiedades, viviendas, etc.

Espero que el mismo guste y hasta la próxima.

http://200.87.17.235/bvic/Captura/upload/Figu1.pdf

lunes, 27 de septiembre de 2010

PORTUGALETE ENTRE 1784-1786.


Hace unos días inserté en el blog uno de los grabados más antiguos de Portugalete de los que se tiene constancia.

En esta ocasión acerco un cuadro de uno de los rincones de Portugalete plasmado por el gran pintor del siglo XVIII Luis Paret y Alcázar. Este cuadro recoge una zona cercana a Peñota y aunque el mismo ha sido reproducido en varias ocasiones, incluso en este blog, me ha parecido de sumo interés la descripción que realiza del mismo Mª Ángeles Granados Ortega, la cual reproduzco en esta entrada.

Esta reconocida profesional hace una pormenorizada descripción de la obra, del autor de la misma así como de la zona y el momento en el que la obra fue pintada.

Espero que los datos que la misma aporta sean del interés de todos.

Espero que esta entrada guste y hasta la próxima.

Museo - Museo Cerralbo.

Inventario - 01934.

Clasificación Genérica - Pintura española.

Objeto/Documento Cuadro.

Autor Atribuido; Paret y Alcázar, Luis (Lugar de Nacimiento: Madrid,11/02/1746 - Lugar de Defunción: Madrid, 14/02/1799).

Título Vista de Portugalete.

Materia/Soporte Pintura al óleo Lienzo.

Dimensiones Lienzo: Altura = 70 cm; Anchura = 75 cm.

Marco: Altura = 84 cm; Anchura = 88 cm.

Iconografia Marina.

Datación 1784[ca]-1786.

Contexto Cultural/Estilo Pintura de gabinete.

Escuela madrileña.

Círculo cortesano.

Reinado de Carlos III (1759-1788).

Descripción A la izquierda aparece en segundo plano el peñasco de un acantilado con caseríos en lo alto; en la estribación del acantilado que desciende hacia la playa, en primer plano, se yergue inclinado el tronco de un árbol casi seco, que cobra notable protagonismo en la composición. En primer término, la playa, en la que se encuentran personajes dedicados a diferentes actividades: una mujer que prepara sobre el suelo un mantel y unas viandas, dos damas junto a un caballero con tricornio, un perro ladrando y un hombre con los pies dentro del agua que carga y trae a la playa a otra dama; a la izquierda, tres pescadores sobre unas rocas. En tercer plano, barca de la que se dispone a bajar otro caballero, ayudado por un hombre metido en el agua, mientras otro inmoviliza el bote con una vara hincada en el fondo. En la mar, fragata de tres palos, y al fondo
estribaciones del acantilado a cuyos pies se encuentra una población costera. El cielo está cubierto con neblina pero deja traspasar la luz dorada que tiñe el horizonte del paisaje.

Firmas/Marcas/Etiquetas En ángulo inferior izquierdo, Autor Luis Paret.

Clasificación Razonada La obra fue incluida en 1991 en la serie de los Puertos de la Mar Oceána o vistas de puertos del Cantábrico, encargada a Paret por Carlos III, posiblemente a propuesta del príncipe Carlos.

Según apuntó José Luis Morales se trata de una atípica vista de Portugalete, cuya panorámica recoge la margen izquierda de la ría del Nervión, aguas de Bilbao, presentando en realidad una vista entre Portugalete y Santurce.

Para González Durana, debido a que sus dimensiones no son las habituales en los paisajes de Paret, podría ser el fragmento izquierdo de una pintura de mayores dimensiones, de la que faltaría otro fragmento de unos 40 cm., en cuyo campo de visión entraría la desembocadura de la ría del Nervión con su (ya desaparecida) barra de arena; propone como hipótesis que puede haber sido recortada del El astillero de Olaveaga (Upton House, Londres), obra firmada
con las iniciales de Paret, si bien en la ficha de catalogación correspondiente a este cuadro del Museo Cerralbo no recoge que también está firmado.

Respecto al emplazamiento topográfico, González Durana indica que la escena acontece en el lugar denominado Peñota, en las inmediaciones de la antigua playa de Portugalete (a la que descienden los personajes); villa que quedará a espaldas del pintor, la construcción fortificada sobre el peñascón es la batería de cañones denominada Campo del Cuervo o Campo Grande, la población que se divisa, al fondo entre brumas, es Santurce y la ladera montañosa que se introduce hacia el centro del cuadro, es, evidentemente, la del Serantes. En la ficha de catalogación afirma que esta disposición geo -topográfica queda perfectamente expuesta, con la perspectiva que desde otro ángulo ofrece la comarca del Bajo Nervión, en un lienzo pintado en 1740, propiedad de la Autoridad Portuaria de Bilbao.

El encargo por Carlos III de la serie de vistas de puertos del Cantábrico fue firmado el 4 de julio de 1786 y Paret adquirió el compromiso de entregar dos obras cada año hasta 1792. Se cree
que Paret ya habría comenzado a realizar este tipo de marinas porque el conjunto de dieciséis obras que el pintor entregó a finales de 1787 es heterogéneo respecto a las medidas, técnicas y soportes, algunas fechadas por el pintor en los tres años anteriores al encargo.

Las marinas fueron ubicadas en la Casita de El Príncipe de El Escorial donde permanecieron hasta que fueron expoliadas por las tropas napoleónicas.

Seguramente Carlos III tenía presente al realizar el encargo la serie Ports de la France de Joseph Vernet, que Paret también conocía por reproducciones grabadas que poseía en su biblioteca.

Según Edgar Peters Bowron, en su artículo Luis Paret y Alcázar y la Pintura de Vistas en el siglo XVIII en Italia (Bilbao, 1996), si bien se ha indicado como fuente de inspiración de la serie de Paret la serie de vistas de puertos franceses (actulamente en el museo de la Marina de París)
que Luis XV encargó en 1753 a Claude-Joseph Vernet (1714-1789), en la época en que Paret comenzó a pintar sus cuadros dominaba la fórmula tradicional elaborada por pintores franceses e italianos de épocas anteriores, cuyas marinas se caracterizan por las composiciones panorámicas, los horizones bajos y espaciosos, los cielos suavemente iluminados y la representación de diferentes actividades cotidianas.

Se conservan o conocen nueve obras de dicha serie, que corresponden a vistas de los puertos de Portugalete, Bilbao, Bermeo, San Sebastián, Pasajes y Fuenterrabía. En 1966 Jeaninne Baticle
confirmó que en diferentes documentos se menciona una vista de Portugalete dentro de la serie de puertos del Cantábrico, pero entonces se desconocía su paradero.

Bibliografía UN AMIGO DEL ARTE (1949): El nuevo Museo Cerralbo, Arte español. Revista de la Sociedad Española de Amigos del Arte, primer y segundo cuatrimestre, pp. 127-160, p.150
Nº Registro: 10.233.

GAYA NUÑO, JUAN ANTONIO (1955): Historia y Guía de los Museos de España, reedición de 1968, p.432.

SANZ PASTOR Y FERNÁNDEZ DE PIÉROLA, CONSUELO (1981): Museo Cerralbo, Guías de los Museos de España, nº 5, p. 89.

NAVASCUÉS BENLLOCH, PILAR DE y CONDE DE BEROLDINGEN GEYR, CR (1997): Museo Cerralbo, p. 76.Nº Registro: 13520.

BOWRON, EDGAR PETERS Y GONZÁLEZ DE DURANA, JAVIER (1996): Luis Paret y Alcázar y Los Puertos del País Vasco, pp. 61-62 Nº Registro: 12.608.

SANZ PASTOR Y FERNÁNDEZ DE PIÉROLA, CONSUELO (1944): Dios te salve María llena eres de gracia, Revista Senda, p. 204.

CABRÉ AGUILÓ, JUAN (1928): Museo Cerralbo o Museo del Excmo. Sr. Marqués de Cerralbo, D. Enrique de Aguilera y Gamboa, Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, p. 15.

TABAR ANITUA, FERNANDO (2003): La Guía de forasteros en Vitoria, por Lorenzo del Prestamero, Lorenzo Prestamero [1733-1817]:Arabako Ilustrazioko izarra=Lorenzo Prestamero [1733-1817]: una figura de la Ilustración alavesa, p.134 / il. nº 24.

MORALES Y MARÍN, JOSÉ LUIS (1994): Pintura en España. 1750- 1808, pp. 206, 217.

LUNA, J. J. (1988): Luis Paret y Alcázar. Obras inéditas y otras consideraciones sobre su pintura, Archivo Español de Arte, nº 244, pp. 373, 383.

MORALES Y MARÍN, JOSÉ LUIS (1997): Luis Paret. Vida y obra, p. 138.

PARDO CANALÍS, E. (1965): Libros y cuadros de Paret en 1787, Revista de Ideas Estéticas, nº 90, p. 108.

SALAS, XAVIER DE (1977): Inéditos de Luis Paret y otras notas sobre el mismo, Archivo Español de Arte, nº 199, p. 253.

SALAS, XAVIER DE (1962): Aportaciones a la obra de Luis Paret y Alcázar, Archivo Español de Arte, nº 138, p. 123.

GONZÁLEZ DE DURANA, JAVIER Y BA-RAÑANO, K. (1986):Puertos Vascos en la obra pictórica de Luis Paret y Alcázar, Anuario del Museo de Bellas Artes de Bilbao, p. 43.

DELGADO MERCADO, OSIRIS (1957): Luis Paret y Alcázar, p. 172 / fig. 73, nº 56.

GAYA NUÑO, JUAN ANTONIO (1958): Actualidad de Luis Paret, Goya nº 22, p. 206.

GAYA NUÑO, JUAN ANTONIO (1952): Luis Paret y Alcázar, Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, tomo LVI, pp. 87, 153.

MAYER, AUGUST LIEBMANN (1942): Historia de la pintura española, p. 513.

NAVASCUÉS BENLLOCH, PILAR DE y CONDE DE BEROLDINGEN GEYR, CR (1998): El legado de un mecenas. Pintura española en el Museo Marqués de Cerralbo, Catálogo de exposición, Madrid-Bilbao, nº 27, pp.102-105 [...]La composición y ordenación de las figuras guardan bastante similitud con los lienzos titulados Escena de aldeanos y Vista de Fuenterrabía, conservados en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que según las investigaciones son dos fragmentos de un mismo cuadro. La anécdota también ocurre al borde del mar y al pie de un
alto farallón rocoso por el que trepa abundante vegetación. Las dimensiones del lienzo del Museo Cerralbo, casi cuadrado, son inusuales en este tipo de vistas, generalmente apaisadas.[...]
Nº Registro: 13.523.

Catalogación - Granados Ortega, Mª Ángeles

sábado, 25 de septiembre de 2010

A LA MEMORIA DE JOSÉ MORO, IMPORTANTE TROMPETISTA PORTUGALUJO

Uno de los músicos más importantes que ha dado hasta la fecha la villa de Portugalete es sin lugar a dudas José “ Joe” Moro, importante trompetista dentro del mundo del Jazz.

No se puede hablar de Jazz en este país sin citar a Joe Moro. Desde que se adentro en este apartado musical sus conciertos e intervenciones se suman por miles, siendo a la largo de su dilatada carrera un permanente referente.

Moro nace en Portugalete en 1910 y ya en los años treinta es considerado un destacado trompetista, colaborando con músicos de la talla de Teté Montoliú, Pedro Iturralde o Juan Carlos Calderón. Antes de llegar al Jazz, Moro fue miembro de la Banda Municipal de Música de Portugalete como primer trompetista.


En 1948 participa en las primeras Jazz-session en Madrid tras la finalización de la guerra civil junto con Napoleó Zayas y Pere Bonet, un verdadero revulsivo en la España encorseta de la post guerra acostumbrada a los pasos procesionales y a otro tipo de trompetas, muy alejadas de estos aires musicales.

En 1967 forma parte de la banda “Canal Street Jazz Band”, formación que a lo largo de su existencia ha colaborado en la realización de diferentes discos, entre ellos varios del cantante Joaquín Sabina.


Moro está considerado como el mejor trompetista de Jazz que ha existido hasta el momento.

Para ilustrar esta entrada inserto varias imágenes de este portugalujo así como una entrevista realizada al mismo en los años 30 del pasado siglo XX en la que Moro aporta diferentes datos de sus comienzos en el mundo de la música.

Otro destacado músico a recuperar del olvido.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.

jueves, 23 de septiembre de 2010

MARÍA GUTIÉRREZ, "LA NAVARRILLA" IMPORTANTE NADADORA PORTUGALUJA DEL SIGLO XX (II)

El pasado 8 de agosto realizaba una entrada en el blog dedicada a María Gutiérrez “la Navarrilla”, importante nadadora portugaluja de los años 30 y 40 del pasado siglo XX.

Si bien este medio de expresión sirvió para dar a conocer la figura de esta portugaluja una desaparecida, el merito del trabajo hay que agradecérselo a su sobrino Aurelio Gutiérrez, importante investigador afincado en la localidad navarra de Bera de Bidasoa.


María Gutiérrez supo abrirse un hueco en un mundo completamente dominado por la presencia masculina siendo un importante referente para las mujeres deportistas del momento.


En esta entrada inserto una nueva serie de imágenes de la misma en la que se da cuenta de sus éxitos en el mundo de la natación así como algunos recortes de prensa en los que los medios de comunicación realizan referencias a la misma. Todas las imágenes, tanto estas como las que se insertaron en la entrada del mes de agosto dedicada a la misma han sido cedidas por su sobrino Aurelio al que desde aquí mando un saludo.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.

martes, 21 de septiembre de 2010

ANTONIO LÓPEZ, EL ÍNTIMO AMIGO DE MANUEL CALVO


Sin lugar a dudas Manuel Calvo es el empresario con más poder y contactos políticos durante la última mitad del siglo XIX. Persona con una inteligencia que sobresalía de la media tuvo desde su llegada a la isla un gran aliado, una persona que como él no tenía nada en el momento de arribar a la gran Antilla y que gracias a la colaboración mutua se convierten en socios inseparables en gran número de negocios convirtiéndoles en dos personas ricas y poderosas.

La amistad llega más allá que la muerte de Antonio López ya que Calvo lega la mayor parte de su fortuna tras su muerte al hijo de este, el segundo Marqués de Comillas Claudio López Bru, persona que viajaba con frecuencia a la villa de Portugalete cada vez que el empresario jarrillero recalaba a su localidad natal.

En esta entrada y junto a estas líneas inserto dos imágenes del primer Marqués de Comillas Antonio López y López, persona que junto con Calvo fundó entre otras empresas la Compañía Trasatlántica, sociedad de la que fue Vicepresidente el portugalujo Calvo desde la fundación de la misma hasta la muerte del rico indiano jarrillero.

lunes, 20 de septiembre de 2010

PORTUGALETE EN 1860

Una de las cosas que más gusta a las personas que demostramos cierto interés por la cultura y la historia de Portugalete, es sin lugar a dudas poder contemplar imágenes o grabados de nuestra población de siglos pasados.

Durante el siglo XIX una publicación regalaba diferentes estampas de la geografía española a sus suscriptores. El autor fué en casi todas las imágenes Pedro Pérez de Castro, reconocido dibujante del momento que llegó a plasmar cuatro vistas distintas de Portugalete en esta época.



En otras entradas ya he insertado otras dos de las obras de este autor, trayendo en esta ocasión al blog quizá la estampa más emblemática de todas las realizadas por este pintor y que ilustra una de las paredes del consistorio portugalujo, trabajo realizado por Alberto G. Echarte, gran pintor, gran portugalujo y mejor persona.

Junto a esta imagen inserto también la portada de la publicación donde apareció este grabado, figurando la fecha de su puesta a la venta, 18 de noviembre de 1860.

En otra ocasión acercaré la última estampa de esta serie, pero eso será más adelante.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.

viernes, 17 de septiembre de 2010

VISITA REAL EN 1900, EL "GIRALDA" EN EL ABRA


Cuando estamos sobrepasando el ecuador del mes de septiembre y parece que el verano comienza a finalizar su existencia en este año, voy a retrotraerme a más de un siglo acercando al blog la crónica de la visita real a la provincia en el verano de 1900.

Como ya he comentado en varias entradas, los monarcas españoles pasaban una parte considerable del veraneo en Portugalete, donde se organizaban todo tipo de fastos para agasajarles.

En esta entrada se pueden observan una importante muestra de imágenes de una de estas visitas, fotos del recibimiento así como de diversas actividades instituidas en su honor.



Se puede observar imágenes de la llegada al Abra, falúa en la viajaban o carruaje, además del Giralda, barco en la que solían llegar a Portugalete.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

EN MEMORIA DE JOSÉ MARTÍN URIARTE, PRESIDENTE DEL TRANSBORDADOR DE BIZKAIA S.L.

La pasada semana fallecía en Guecho José Martín Uriarte, actual presidente de El Transbordador de Bizkaia SL.

Uriarte junto con un grupo de accionistas se hizo cargo de la gestión del Puente Vizcaya tras finalizar la concesión centenaria de los anteriores administradores, personalizada en la familia Urretxua, padre e hijo fueron gerentes de esta empresa.

Uriarte formó parte del grupo que cambio la imagen del puente convirtiéndolo en un importante referente turístico, cambiando la barquilla y utilizando el travesaño como imponente mirador.
A continuación reproduzco la pequeña biografía realizada por el diplomático portugalujos José Félix Merladet sobre Uriarte que apareció en la prensa local. Como en todas las ocasiones en que se reproduce algún artículo publicado en la red, al final de esta entrada aparece el enlace para los que deseen leer la noticia en su formato original.

Espero que la misma guste y hasta la próxima.


En la mañana de ayer en una iglesia de San Ignacio atestada hasta el coro, la élite empresarial y social vasca ha dado su último adiós a un gran capitán de empresa, uno de los últimos poseedores del temple y energía inusitados que propiciaron la inagotable actividad económica que hizo grande nuestro País Vasco.

José Martín Uriarte después de dotarse de una buena formación jurídica pasó a crear o potenciar empresas en ámbitos tan diversos como los embutidos, el transporte por autobús -ANSA de la que fue socio fundador fue la referencia para todo viajero entre Madrid y Bilbao- y hasta un Puente Colgante al que con sus desvelos tuvo el gran orgullo de convertir junto a sus socios Cardenal y Arriaga y el gerente Sarría en Patrimonio de la Humanidad en 2006. Así lo reconocía con su presencia el alcalde Imanol Landa quien por otra parte siempre ha defendido que el Puente no es solo de Portugalete como dice la tradición sino también de Getxo.


Penúltimo de 14 hermanos, en una época en que aún no se hablaba de declive demográfico, era un hombre incansable, con espíritu siempre joven e inquieto que nunca se dejaba arredrar por las dificultades y tropiezos de la vida y, que aun en sus últimos años cuando oía hablar de cualquier nueva frontera prometedora -por ejemplo la India- ya soñaba con hacer las maletas e indagar in situ para abrir nuevos negocios. Hace sólo unos días, muy enfermo y postrado en silla de ruedas, con la sombra de la Parca pisándole ya los talones, al enterarse de que había comprado una pequeña lonja me proponía utilizarla para hacer negocios asociándonos con otro empresario self made man histórico y común amigo, Julián Cormenzana. Optimista y de buen humor hasta el final, organizó una memorable celebración de su 80 cumpleaños y fue socio fundador del joven Koldo"s Club, compuesto por ilustres patricios y empresarios eméritos que aun se reúnen muy entretenidos todas las semanas en el bar Comercio de Las Arenas para hablar de todo lo que hay bajo el sol excepto, muy prudentemente, de política y religión. Entre sus muchos hobbies sentía pasión por la organización y la virilidad del Imperio Romano cuya caída aún le abrumaba. Su lema fue también sin duda fortuna juvat audaces (la fortuna sonríe a los audaces).


José Martín, siempre sencillo, sociable y jovial hasta su último suspiro, muy amigo de sus amigos, no tenía ninguna dificultad para trabar amistad con gentes de toda ideología y condición y para ganarse su confianza y respeto con el sano objetivo de lograr aunar y entusiasmar voluntades para crear riqueza de forma humanista, es decir generando una actividad enriquecedora para los ciudadanos, cimentada en el aprecio y respeto con sus colaboradores y creadora de puestos de trabajo en el largo plazo. Qué orgullosos estaba de su Puente cuando nos invitaba a los amigos a los festejos y premios recibidos para celebrar su consagración como Patrimonio mundial o cuando recibía con bonhomía no ha mucho a Miguel de la Quadra Salcedo con sus chicos planetarios de la ruta Quetzal en una barquilla que surcaba la ría incesante para regocijo de los chavales. Ello no empecía la pena que tenía porque pese a sus cartas y desvelos no lograba recibir apoyo institucional público o privado para su hermoso Puente baluarte de la edad del hierro vizcaina que en breve se bañará del lozano tono champagne de la Torre Eiffel pero cuya viabilidad se veía amenazada -según él- por la dura competencia del puente de Rontegi primero y del metro ahora.


Los restos que hoy pilotan la nave de San Ignacio en uno de los raros "cuerpos presentes" que nos es dado ver hoy son los de un gran empresario, tan diferente de los modernos y proliferantes gestores tecnócratas de pacotilla cuyo único objetivo ha resultado ser el de magnificar el beneficio cortoplacista -especialmente el propio- aunque para ello hubiera que vampirizar al público e incluso a los propios accionistas con las consecuencias que todos conocemos, es decir, el grave detrimento de toda la arquitectura de nuestro estado del bienestar y aun del propio sistema capitalista al que no pocos han cantado ya el gorigori. Por eso hoy necesitamos más que nunca hombres forjados a la antigua usanza para la lid de los negocios y hablamos de lo "ilógico" e irreparable de su desaparición. Pero si aún no podemos domeñar a la naturaleza y rescatar del abrazo de la muerte a aquellos que admiramos y necesitamos, al menos sí podemos velar para que su gran legado siga proyectándose y constituyendo una referencia para todos nosotros.

José Martín Uriarte fue presidente de El Transbordador de Bizkaia SL, sociedad gestora del Puente Colgante, presidente de la Agrupación nacional de Empresas de Autobuses discrecionales y de la Federación internacional de autocares y socio fundador de ANSA-Getsa-Viacarsa.

Falleció el 5 de septiembre a los 82 años. Nunca te olvidaremos.

JOSÉ FÉLIX MERLADET

Antiguo diplomático y funcionario europeo

http://www.deia.com/2010/09/08/sociedad/obituarios/recuerdos-de-un-gran-capitan-de-empresa-vasco

Existe más información sobre esta persona en el siguiente enlace:

http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20100907/vizcaya/fallece-artifice-recuperacion-puente-20100907.html

domingo, 12 de septiembre de 2010

LA SEGURIDAD EN EL PUENTE VIZCAYA

El pasado martes un grave suceso ha tenido como involuntario protagonista al Puente Vizcaya.

La prensa local recogía el fallecimiento del joven Mikel Uriarte tras caer su vehículo desde la barquilla del transbordador hasta las aguas de la ría. Una muerte, y más de una persona joven y en estas circunstancias, siempre es muy dolorosa, sobre todo para los familiares y amigos, por ello quiero mandar desde este blog mi más sentido pésame a todos ellos.

El fallecimiento se produjo al entrar el vehículo que conducía, un Honda Civic, a excesiva velocidad en el interior de la barquilla, golpeando contra la barandilla, una estructura realizada en aluminio ligero, la cual se abrió a consecuencia del impacto cayendo el vehículo a las aguas portugalujas.


En esta entrada no trato de polemizar sobre las condiciones de seguridad que presenta la actual barquilla, hay que reconocer que se ha ganado mucho desde que los coches se colocaban en tres filas en el interior de esta estructura imposibilitando la salida de los pasajeros de todos ellos en caso de emergencia.

Pero a lo largo de la historia de las cinco barquillas que han colgado del Puente Vizcaya, las características del pasaje han ido evolucionando.

Si bien en la primera estructura los viajeros de segunda clase compartían el espacio central con bultos y animales, con el devenir y la evolución de los vehículos, más amplios y de mayor volumen, el espacio central queda reservado para coches así como para un reducido número de animales y propietarios de estos, generalmente aldeanas de la margen derecha que acuden los días de mercado hasta la plaza de Portugalete para vender sus productos. En la prensa del pasado se puede leer algunos incidentes que tienen como protagonistas a burros que en un momento de nerviosismo descargan su carga entre saltos en el fondo de las aguas de la ría.

Tras la finalización de la guerra civil y con el cambio de barquilla, se instala como medida de seguridad una escalera en uno de los laterales de la barquilla con el propósito de evacuar a los usuarios del puente si este si quedaba parado en medio de su recorrido. Esta escalera fue utilizada en varias ocasiones. Así mismo y como medida auxiliar preventiva, recuerdo perfectamente como en mi juventud, en el Muelle Churruca portugalujo se encontraban diversos salvavidas colgados de las farolas del muelle, la mayor parte de los mismos en las cercanías de este puente centenario.

La tercera barquilla es construida en Puntales (Cádiz) por una empresa aeronáutica. Su diseño no tiene nada que ver con las anteriores, realizada con materiales ligeros que aliviaban el travesaño de un importante peso que tenía su antecesora. La empresa que explota este puente en esas fechas se empecina en colocar a tres vehículos en cada fila, algo que realizó durante décadas. Cada vez que por algún motivo pasaba en el puente por esas fechas siempre pensé: ¿Como saldrían las personas de los vehículos en casos de emergencia?, por ejemplo, si un incendio en un vehículo obligara a evacuar a los pasajeros de la barquilla por no poder controlarse, o peor, un camión de los que pasaban con frecuencia con productos inflamables tuviera un grave problema por perdida de carga o cualquier otra circunstancia ¿Cómo se evacuarían en un tiempo razonable de seguridad a los usuarios de la barquilla? ¿Con que medios?, ¿existen escaleras?,¿ como saldrían de los vehículos los conductores y sus familias si las puertas de los coches que se encontraban en la barquilla no se podían abrir ya que pegaban con las puertas de los coches que se encontraban junto a ellos o con la parte lateral de la barquilla?. Siempre tuve una cosa clara, el puente en caso de tener que salir corriendo era una ratonera, sobre todo para las personas que pasaban en sus vehículos de una orilla a otra.

La cuarta barquilla, construida de manera provisional hasta colocar la actual, tuvo una existencia transitoria, llegando a la actual, construida en fibras y más acorde con la tecnología moderna.

Creo que sería interesante la colocación de algunos sistemas de seguridad que refuercen los que puede tener la barquilla en la actualidad. No estaría de más un sistema de bloqueo en las ruedas de los vehículos que se activara a una determinada presión, estoy podría evitar el desplazamiento por golpe fortuito o accidental que pudiera recibir un vehículo por un predecesor y que pudiera arrastrarle por la fuerza del impacto. A esto también pudiera sumarse la instalación en las vallas de entrada y salida de la barquilla de otro sistema de bloqueo que podría activarse también en caso de impacto evitando que se abrieran.


Creo que estos sistemas y otros que a buen seguro conocerán los especialistas, podrían en un futuro evitar sucesos como el acontecido este pasado martes.

Una vida es muy valiosa sobre todo para los familiares y amigos de la persona que nos deja, por eso, bien vale una inversión en asegurar aun más el trayecto en este monumento centenario Patrimonio de la Humanidad.


Espero que estas líneas sean entendidas como una aportación constructiva, ilustrando las mismas con distintas vistas de cómo han viajado los usuarios en el interior de las distintas barquillas a lo largo de la historia de las mismas.

Hasta la próxima.

martes, 7 de septiembre de 2010

LAS "CANTINAS ESCOLARES" EN EL PORTUGALETE DE 1935

En estos días en que se finalizan las vacaciones de los más pequeños y que comienzan nuevamente las clases, los comedores y los libros, voy a retrotraerme a cerca de ¾ de siglo atrás acercando al blog unas imágenes tomadas en Portugalete el año 1935 en las que se pueden ver las recién inauguradas “Cantinas Escolares”, aulas donde se daba de comer a los alumnos de Portugalete con menos recursos.

En las imágenes se puede apreciar a varias de las maestras del momento, diversas autoridades entre las que destaca el alcalde Cándido Busteros o personajes reconocidos como el secretario municipal Mariano Ciriquiaín.

Unas muestras gráficas más de un periodo de la historia de Portugalete.

Espero que estas líneas gusten y hasta la próxima.

domingo, 5 de septiembre de 2010

EN EL HOMENAJE A LA JARRILLERA


Ayer sábado día 4 de septiembre y tras la finalización de la XXIX bandera Noble Villa de Portugalete en que la tripulación portugaluja obtuvo un meritorio 3 puesto, se celebró en los aledaños de la plaza consistorial así como en los salones del ayuntamiento un merecido homenaje a los bogadores de la trainera “Jarrillera” por su gran temporada en la categoría ARC-2, logrando 7 banderas así como el ascenso a la categoría superior la próxima temporada.


En esta entrada inserto una serie de imágenes tanto de los últimos momentos de la competición celebrada en aguas portugalujas en las que resulto vencedora la tripulación de Zumaia, como del posterior reconocimiento realizado a la representante local en esta dura modalidad deportiva. Entre los asistentes se pudo observar a viejos bogadores de este club como fueron los Barañano o los Aketxe.


Esperemos que el próximo año la trainera de Portugalete continúe cosechando éxitos y que las vitrinas del club sigan sumando banderas.


Como anécdota cabe citar la presencia de banderas de Portugalete en balcones de edificios de Las Arenas mostrando su apoyo a nuestra trainera.


Hasta la próxima.

viernes, 3 de septiembre de 2010

EN HOMENAJE A LA JARRILLERA.

Solamente unas pequeñas líneas para felicitar desde este blog a la Jarrillera, representante local dentro del mundo del remo, por su magnífica trayectoria en la ARC-2 ya que ha quedado en primera posición dentro de esta categoría, subiendo a la categoría superior donde competirá el próximo año.

La Jarrillera ha obtenido hasta la fecha 6 banderas durante esta temporada, un gran reconocimiento fruto del esfuerzo y del trabajo de todos los que componen la familia jarrillera, especialmente de los bogadores, equipo técnico y de la directiva.

Animo a todos los que puedan tener oportunidad a acudir mañana a las 12.00 horas a la regata y posterior homenaje que se va a celebrar en la casa consistorial a los representantes del Club de Remo San Nicolás de Portugalete, arropando y mostrando nuestro reconocimiento por haber defendido los colores de Portugalete con dignidad por los diferentes campos de regatas de la cornisa Cantábrica.


Gracias por vuestro esfuerzo y como dice la canción “Que gora el Club de Remo de San Nicolás”.

En una de las ilustraciones que recoge esta entrada se puede observar el reconocimiento efectuado por el pueblo de Portugalete a los bogadores de la jarrillera en 1981.

Hasta la próxima.

jueves, 2 de septiembre de 2010

EL PORTUGALETE F.C. Y SU PARTICIPACIÓN EN LA COPA DEL REY



El día de ayer, el Portugalete F.C., tras realizar un gran partido y una épica remontada se ha clasificado para la siguiente fase de la Copa del Rey.

Hoy a las 13,00 horas se ha celebrado el sorteo y el Portugalete F.C. ha sido declarado exento por lo que pasa de manera automática a la siguiente fase, momento en el que la bola del equipo jarrillero se encontrara con las de los grandes equipos de la liga, entre ellos el Barcelona F.C., Real Madrid o Atlético.

Esperemos rememorar los momentos históricos que pasamos en el Lasesarre cuando el portu jugó contra el Valencia.

Fernando Arteaga resume en su artículo del Mundo Deportivo el partido celebrado ayer en los siguientes términos : “Tres goles en los minutos finales le permitieron al Portugalete remontar ante el Castellón y superar la segunda eliminatoria de Copa.


No lo tuvieron fácil los hombres de Jabi Luaces. El Castellón, un conjunto de Segunda B recién descendido, planteó el choque con el único objetivo de superar la eliminatoria. A los veinte minutos, el dominio local permitió a los de Castalia adelantarse en el marcador. Además, en los primeros instantes de la reanudación consolidó su ventaja gracias a un gol de rebote que ponía el 2-0 en el marcador y alejaba las opciones jarrilleras.

Sin embargo, el Portugalete reaccionó a tiempo y sacó provecho de las jugadas de estrategia para hacer daño a los blanquinegros. En el minuto 73, llegó la primera alegría de la noche para los vizcaínos al anotar Gondra el primer gol en una jugada de estrategia.


La reacción estaba servida. Los gualdinegros apretaron a un Castellón que empezó a sufrir según se acercaba la conclusión del encuentro. La presión visitante obtuvo el premio del empate en una nueva jugada a balón parado en el minuto 83. Pinilla acertó en una falta directa que se coló en la portería castellonense.

http://www.elmundodeportivo.es/gen/20100902/53993116886/noticia/el-portugalete-remonta-y-sigue-vivo.html

Aúpa el Portu y a ganar en San Mames

miércoles, 1 de septiembre de 2010

JESÚS URBINA, RELATO DE SU EVACUACIÓN DESDE PORTUGALETE HASTA INGLATERRA DURANTE LA GUERRA CIVIL


Para finalizar esta pequeña serie dedicada a los portugalujos y el exilio, en esta entrada acerco el testimonio de un jarrillero que plasma con un gran realismo los bombardeos, las huidas a los refugios y los acontecimientos posteriores que se producen tras la evacuación de los más pequeños de entre la población civil, a otros países con la intención de alejarlos de los acontecimientos bélicos.

El autor de este relato es Jesús Urbina y el mismo se encuentra recogido en un pequeño libro titulado “Corazón de Cartón”, encontrándose en la red el capitulo que aquí se reproduce y como en cada ocasión que se toma algo de internet, al final de este texto se encuentra el enlace para poder leer en formato original este testimonio.

Particularmente diré que este testimonio es posiblemente uno de los que mejor refleja los acontecimientos que describe de esta época tan convulsa.

Espero que el relato guste y hasta la próxima.

DIARIO DE JESÚS URBINA

La primera idea que tuve yo de Inglaterra me la dio Laurita Astondoa, hija de aquel famoso calafate de Portugalete. Me dijo que era como un plato lleno de mantequilla. Yo no podía creer que eso fuera verdad, sobre todo en aquellos días en que faltaba de todo. Arroz había, eso sí, y mi madre 10 ponía hasta con puerros. Creo que no probaré. mas arroz con puerros ni aunque me sometan al tercer grado.

Era en la primavera del 37, y todo era hambre, miseria y miedo. Miedo sobre todo a los bombardeos constantes de la aviación franquista, aquellos terribles Junkers alemanes de chapa abarquillada. Aún me parece que los veo acercarse, tres o cuatro a un tiempo, y el ruido que hacían era algo que no se puede olvidar. La sirena de Altos Hornos nos avisaba de su llegada, a veces tarde, cuando ya oíamos el ruido. El desconcierto y el pánico eran inenarrables.

Nuestra escuela de Abatxolo servía de cuartel a un batallón de soldados de la República. Los sótanos se habían habilitado como refugio antiaéreo y la gente corría despavorida hacia ellos cada vez que sonaba la alarma. Resultó ser una ratonera, porque los aviones fascistas llegaron a saber que allí había tropas.

Mi amigo Municha y yo preferíamos escondemos entre los matorrales de la colina que llamábamos Campa de Vizcaya. Desde allí, agazapados, los veíamos llegar, casi siempre en la dirección Mungia-Leioa. El aeródromo militar republicano estaba en Lamiako. Era un campo tan pequeño que aún hoy, viéndolo tan deteriorado, no puedo explicarme como podían operar desde allí los tres o cuatro ratas o chatos, rusos, creo, siempre dispuestos a presentar combate a los bombarderos alemanes.

Aquellos combates aéreos nos producían una emoción indescriptible. j Ver en acción a la aviadora rusa, y sobre todo al capitán Del Río, el héroe de todos los chavales vascos...!, que a la tercera o cuarta pirueta, acompañada siempre del tableteo de ametralladoras, ponía en fuga a la aviación enemiga...! pero Felipe del Río, con apenas veinte años, cayó una tarde en EI Abra, abatido por error por uno de nuestros propios destructores, creo que el Jose Luís Díez. Los héroes, dicen, siempre mueren jóvenes.

Menos espectacular, pero más seguro como refugio, era el túnel del ferrocarril en Portugalete. Un día de Abril, bajando a toda prisa las escaleras de La Canilla hacia el túnel, tratando de llegar antes de que los aviones estuvieran encima, me caí y me hice una brecha en la frente.




Tuvieron que darme siete puntos de sutura en el hospital que se había improvisado en una casa del Muelle Nuevo.

Era Mayo cuando nuestro padre nos dio la noticia sorprendente: mi hermana Anita y yo íbamos a embarcar en Santurce hacia Inglaterra, jhacia la tierra de la mantequilla!.

Mi madre y mi abuela nos hicieron dos petates de lona blanca. Mi padre les puso las etiquetas. Jesús..., Ana...

Una tarde nos despedimos en casa de nuestra madre y de la abuela. Relimpios, como dos gatos mojados, salimos andando hacia el muelle. Mi padre nos acompañaba. Cada vez que yo me distraía y rezagaba, él me empujaba suavemente con su paraguas. Supongo que sólo quería vemos libres de tantas penurias, asegurarse de que llegábamos al puerto a tiempo. Pensaría también en sus otros siete hijos, tres en el frente.

Recuerdo vagamente el embarque en Santurce, lleno de gritos, casi todos llamando a la madre. Yo tenía nueve años, mi hermana doce.

Encontrarme de pronto en un barco inmenso, lleno de críos como yo, fue para mí el comienzo de una gran aventura, de otra vida. En cuanto el Habana soltó amarras del puerto de Santurce, mi hermana empezó a notar los efectos del mareo, y ya no quiso salir más del camarote, donde permanecía echada diciendo que quería volver a casa, que se moría. El barco era una sinfonía de voces lastimeras, ares y gritos. Yo iba a lo mío, hacer viajes a la cocina y regresar con bocadillos, huevos cocidos y pastel de bizcocho, iJauja!..., mucho de lo cual quedaba intacto en una balda del camarote, porque, a pesar de mi insistencia, mi hermana no quería ni olerlo. El caso es que al segundo día de viaje la balda empezó a vaciarse. Mi hermana se recuperaba. La cara del cocinero fue para mí durante muchos años la de Cristo; ¿cómo olvidar a un señor que te entrega los más ricos manjares sin pedir nada a cambio? treinta y tantos años después volví a verle, de portero en una casa de Portugalete.

Al llegar nuestro turno, Ana y yo desembarcamos con nuestros hatillos al hombro. La inspección de Sanidad inglesa, doctores y enfermeras, nos iba auscultando minuciosamente a medida que bajábamos y nos prendían en la ropa una cinta blanca si nos veían sanos, o una roja si creían ver algún amago de enfermedad. A mí me pusieron una cinta blanca; pero acto seguido, al entrar en el campamento (en Southampton, como supe después) tuvo lugar otra inspección más minuciosa. Una enfermera con cara de... enfermera, y además inglesa, decidió que la herida recién cicatrizada en mi frente, la que me había hecho un mes antes en Portugalete, merecía la consideración de una cinta roja. Aquello me rebeló, y en cuanto salimos hacia la tienda de campaña a donde nos destinaron me volví a cambiar la cinta roja por otra blanca. Fue fácil, el suelo estaba lleno de cintas blancas y rojas. Allí no había enfermos, sólo juventud... y hambre. No volvieron a molestamos con cintas de colorines.

No sé si permanecimos más de una noche en aquel campamento. Lo poco que recuerdo es un gran montón de ropa dentro de una tienda de campaña inmensa. Jerseys, muchos jerseys de todos los colores. Me los estuve probando a placer un buen rato.

Nuestra partida fue confusa. Chicos con chicos, chicas con chicas, me separaron de mi hermana. Pero en medio de aquel guirigay de gente volví a encontrarla, y ya no me solté de ella. Vimos entre aquella masa en movimiento un flamante autobús, y esperando a tomarlo, a la cabeza de una fila de niños, a una maestra de Portugalete que conocíamos.



Sin dudarlo, nos unimos a su fila. Aquel autobús iba nada menos que a Londres, a la capital de Inglaterra, según nos habían enseñado en Abatxolo. En el camino pasábamos pueblos llenos de banderitas. Creo que había una coronación.

El barrio de Londres donde nos dejaron se llamaba Clapton. Nos metieron en una gran mansión vetusta y gris regida por las damas de la Sa/vation Army. En la puerta de entrada se leía el nombre en letras de hierro.

Ni en mil años podría olvidar la primera comida que nos dieron, una especie de alubias de color caramelo que sabían a demonios. Incluso dudo que fuesen alubias. Aquello empezaba mal. Pronto se dieron cuenta y cambiaron a guisantes con tocino, que luego nos ponían con mucha frecuencia. Llegué a asombrarme de la cantidad de guisantes que se comían en Inglaterra.

Las damas de aquella institución de caridad ponían todo su empeño en enseñamos canciones religiosas. Aunque hayan transcurrido tantísimos años, aún recuerdo algunas de las canciones. Recién llegados a Inglaterra, sin tener ni idea de inglés, 10 que cantábamos era 10 que buenamente creíamos oír, canciones como Basambi, otra que decía Chi Manguai, o la de Agora Yoi, sin olvidar Güi Chisas ande Fami/i. Habían de pasar muchos meses, ya en otra colonia, ya iniciado en los misterios del idioma, para que fuera dándome cuenta de que aquellas inolvidables canciones se titulaban en realidad A sunbeam, He is my way, ¡'ve got a joy, y With Jesus and the Fami/y. Sin embargo, las damas habían estado encantadas viendo que a los pocos días atronábamos la estancia, chapurreando como papagayos, sin saber lo que decíamos.

Parecía como si la principal labor de estas damas de laSa/vation Army fuera el recaudar fondos para nosotros, los Basque Children.

Había que verlas, tan pulcramente ataviadas con trajes azules, impecables, con su gracioso gorro sujeto con un lacito bajo el mentón. Formaban bandas, más bien charangas mixtas, donde cada una tocaba un instrumento diferente. Tiesas como Juanas de Arco, con gran dignidad, salían a las calles de aquel Londres de 1937 que a nosotros nos parecía tan amable y próspero a tocar las mismas canciones que nos enseñaban. A veces el sonido del bombo se imponía a todos los demás.

Pensándolo bien, creo que acabamos por hartarlas. Hubo tropelías por parte de algunos de nosotros, destrozos, robos, gente que se fugaba de la colonia saltando la tapia del recinto y deambulaba por Londres a sus anchas. El buen pueblo inglés parecía corresponder agasajando a estos fugitivos, que volvían de sus correrías con los bolsillos llenos de peniques, aquellas monedas de cobre con la efigie del rey de Inglaterra que tanto se parecían a nuestras perras gordas. Las aventuras que contaban los fugados a su regreso incitaban a otros a imitarles, y al poco siempre escapaban otros. Un día llegó uno todo emocionado diciendo haber descubierto un parque con tiovivos gratis. Al día siguiente nos fugamos cinco a comprobarlo.

Entramos al parque como una manada de mandriles, en aquel paraíso de columpios, caballos de madera, ruedas, toboganes... jla gloria! pisamos y atropellamos a todo el que se nos puso por delante. Pasado el tiempo supe que aquel lugar de maravilla se llamaba Ruskin Park.

Una vez, al escalar una zona del muro, ví que el otro lado daba a los patios traseros de casitas de obreros, todas iguales, de una sola planta, hechas con ladrillos de color amarillo sucio. Me quedé sentado en la tapia mirando los patios. De una de las casitas



salió una mujer, me ofreció un caramelo y lo cogí. Volví al día siguiente, y ella también. Llegó a convertirse en una cita puntual.

Un día de Junio, cuando estaba jugando a santos de los que venían en los paquetes de cigarrillos con mi amigo Popeye, otro refugiado, nos enteramos de que el ejército de Franco había entrado en Bilbao. Hubo muchos lloros ese día.

Nos trasladaron a otro barrio de Londres, a Brixton, donde el local estaba en la calle Barrington Road. También esta colonia estaba regida por la SalvationArmy. El rector se llamaba Mr. Wilson y tenía dos hijas, Estela y Beril, que colaboraban con él en la organización de la colonia. Nuestro profesor de inglés era Mr. Watson, que nos tenía a todos numerados. Yo era el 32, y tenía que ponerlo hasta en el lápiz. Al jardinero, un vejete irlandés con toda la paciencia del mundo, le llamábamos Quirió, porque cuando pisábamos lo que acababa de arreglar nos gritaba i Quirió!, i quirió! (Get out!, get out!). Cuando estaba de buen humor nos cantaba canciones de su tierra. Aún recuerdo trozos de When lrish eyes are smiling.

Aquella institución debía haber albergado a otra gente antes que a nosotros. El caso es que me dio por escarbar en el jardín y acabé hallando cuentas y abalorios de todo tipo y color, a saber quién los habría enterrado. Yo se los llevaba a mi hermana.

Un día nos dieron ropa nueva: hermosa chamarra de pana, pantalón gris de paño y unas botas negras con grandes refuerzos en forma de herradura en los tacones. Aquellas botas me duraron años. Nos llevaron a retratamos para enviar las fotos a nuestros padres, para que nos vieran bien guapos, supongo. A mi hermana y a mí parece que el fotógrafo quiso, no sé por qué, hacemos una foto en plan artístico. Ana salía con una mano en el regazo, como señalando, como diciendo "Por aquí se va a Madrid".

En la colonia de Brixton empezaron a circular rumores de que en aquel vetusto edificio había fantasmas. Aquello resultó fatal para mí, porque tuve la mala suerte de que mi cama estuviera justo frente a una puerta condenada. Pasé noches enteras en vilo, temiendo que de un momento a otro se abriera aquella puerta y una mano amarilla me agarrara por los pelos. Tanto llegó a afectarme que una noche se me descompuso el cuerpo en una diarrea galopante. Tuve que levantarme en plena madrugada, bajé las escaleras, crucé el gran patio y empecé a golpear la puerta de la enfermería llamando con urgencia a la enfermera: Miss!, Miss! pero no respondió nadie. No tuve más remedio que descargar hasta el alma en un rincón del patio. A la mañana siguiente, formados en el comedor, un Mr. Wilson con cara de enfado pidió que diera un paso al frente el autor del desaguisado. Yo salí de la fila con la mano en alto, rojo de vergüenza y con unas ojeras como un antifaz.

Miedo o no, la causa de mi diarrea resultó más seria de lo que parecía. Me llevaron al hospital y allí fue donde de verdad empecé a tomar contacto directo con el pueblo inglés. Estuve allí cerca de un mes, tratado a cuerpo de rey. Nunca olvidaré a aquella enfermera que me llamaba Sonny Jim y que me daba de comer unas jaleas riquísimas.

Ya convaleciente, llegó un día al hospital una señora londinense que me tomó tal afecto que, de vuelta yo en la colonia, vino a hablar con Mr. Wilson para pedirle permiso para apadrinarme y llevarme a su casa. Aquella señora, viuda, vivía en Dulwich, un barrio obrero, y no tenía grandes medios, pero a mí nunca me faltó de nada. Se llamaba Mrs. Swinden, y me trató como a un hijo. Con ella aprendí rápidamente a hablar inglés y a conocer la cultura y el modo de vida del pueblo




londinense. Alternaba un mes en su casa de Londres con otro en la colonia de Brixton. A veces al volver a la colonia me armaba un lío, mezclando palabras españolas con inglesas. De aquella colonia aún recuerdo a varios amigos: Emeterio Arrillaga, Popeye, Conrado San Martín, Pedro Mendizábal, Hipólito Saleta..., y vagamente a otros que el tiempo me ha ido borrando. No sé qué habrá sido de todos ellos.

Nos dieron la noticia de que iba a desalojarse la colonia de Brixton de refugiados vascos por completo. Nos fueron evacuando por grupos a distintos lugares de Inglaterra. En un principio, a mi hermana y a mí nos iban a enviar a Cumberland, muy al norte, casi en Escocia. Pero como me apadrinaba Mrs. Swinden, y como yo pasaba temporadas en su casa de Londres, decidió Mr. Wilson que a Ana ya mí nos trasladasen más cerca de la capital, y nos acabaron llevando a Camberley, en el condado de Surrey.

Era un lugar precioso, en una colina en plena campiña inglesa. Había que dejar la carretera principal en Hawley y meterse por un camino vecinal en cuesta que se llamaba Fern Hill. La gran mansión donde nos alojábamos había sido, creo, cedida por un lord inglés llamado Perry o Curry, no recuerdo bien, para los niños refugiados vascos. Era una finca a la que no le faltaba de nada, con cuadras adyacentes al edificio central para criar caballos de raza. Había también un gran huerto con frutales e invernaderos, y un gran campo de tenis, al que llamábamos campo grande, y otro menor frente a la mansión, el campo pequeño. Y rodeándolo todo una gran extensión salpicada de árboles enormes.

Aquel era el paraíso de los pájaros. Había gavilanes, chepechas, picharchares, birigüelchas, chontas, cirrisclillas, malvices, dúrdulas, tordos a millares... Jamás puse tanta ilusión en buscar nidos, a los que desde luego respetábamos. Entonces aprendí a reconocer a cada pájaro según su nido. Vi que el jilguero lo hacía redondo, cubierto de musgo por fuera, en las trifurcaciones de ramas de los cerezos, o de arbustos, incluso de rosales. El pardillo, más celoso, lo hacía en lo más intrincado de las zarzas, donde no había forma de llegar con las manos. El petirrojo aprovechaba la huella de alguna vaca, en algún lindón, y allí lo construía. El cola larga los hacía en la hiedra. El tordo era bastante sucio y el acebo era su árbol preferido. Los tordos de Castilla hacían los nidos en los huecos de los grandes robles y la birigüelcha en el corazón de los tocones medio podridos. Se daba el caso de ver en algún castaño, los había enormes, nidos de distintas aves. Al final de días emocionantes presumíamos de nuestras hazañas: i Yo he descubierto veinticinco nidos!, o de la rareza de nuestros hallazgos: iYo sé uno de cola larga! no debería olvidar las ardillas, las de pelo gris, que abundaban, y a los conejos. A veces, al levantamos por la mañana y abrir las ventanas, veíamos en el campo a la coneja con sus tres o cuatro gazapillos detrás, en fila india. Poniendo en sus senderos lazos de alambre de cobre eran fáciles de atrapar. Los llevábamos a la cocina y el caso es que nunca supimos quién se los comía. Había un muchacho de Durango se llamaba Francisco Arzubiaga y nosotros le llamábamos Fran-Fran, que tenía una gran afición por los animales. Llegó a domesticar a una ardilla, que le subía y bajaba por el cuerpo como si se tratase de su árbol preferido.

Jamás he visto árboles tan enormes como en Inglaterra. Yo creo que los conservaban hasta que se pudrían de puro viejos. Por eso vivían en ellos tantos pájaros y tantos animales.

Las mayores aventuras las corrí junto a mi amigo Ángel Elespe. Otros compañeros fueron los Retolaza, Tapia, Julito, Canarias, Carro (otro Ángel), los Lanz, Edelmiro Atienza, los Corraleche, los Albisu y otros muchos que se me han olvidado.



Pero mi camarada más asiduo era Elexpe. Era delgado, con la cara llena de pecas pelo muy negro y rebelde. Muy bueno jugando al fútbol y ágil trepando a los árboles, atrevido y valiente. Tenía algo de Tom Sawyer. Los dos amábamos la aventura, y los dos teníamos diez años. Hubo un tiempo que estuvo castigado a barrer la despensa donde se guardaban todas las provisiones y víveres de la colonia. Entre otras muchas cosas, había allí latas de leche condensada y frascos de mermelada. En más de una ocasión yo, apostado a la puerta de entrada, agarraba la lata que él, haciendo como que barría, me alargaba desde dentro. Bajaba luego una escalera a un patio y cruzaba a escape el campo grande y allí, detrás de un gran acebo, le esperaba para merendamos juntos la leche condensada. A grandes tragos engullíamos el contenido de la lata hasta quedar empalagados. Yo me quedaba asombrado viendo los tragos que daba Angel.

Un día, en vez de leche nos hicimos con un frasco de mermelada. Pero resultó ser de naranja, con ese toque amargo que tiene. A los ingleses les chifla la mermelada de naranja, pero nosotros no pudimos con ella. Si al menos la hubiéramos acompañado con pan y mantequilla... Dejamos el frasco a medías y lo escondimos en el acebo. Al día siguiente volvimos a por él y lo encontramos negro. Millones de hormigas lo devoraban.

Ángel y yo hicimos un descubrimiento sensacional. Atravesando un prado que llamábamos del tren pequeño, encontramos, atada con alambres a una valla del seto y haciendo de portillo para que no pasaran las vacas, ¡una gran motocicleta! estaba casi intacta, sólo le faltaban las cámaras de las ruedas. Yo creo que se trataba de un modelo militar de la primera guerra mundial. Conseguimos soltarla y sacarla campo a través hasta la carretera, y aunque nos costó Dios y ayuda llevamos aquel trasto bamboleante hasta la colonia. La vieja moto fue durante meses la diversión de toda la chiquillería. El campo grande, bordeando una bajada de la colina, era la rampa de lanzamiento. Desde arriba, seis ó siete de nosotros a la vez, nos lanzábamos campo abajo a tumba abierta.

El hecho de vivir al aire libre la mayor parte del día nos daba un gran apetito, y para aplacar nuestra gazuza entre comidas entrábamos donde quiera que podíamos a robar manzanas. Un día saltamos la valla y asaltamos un huerto vecino de la colonia, lleno de frutales y con una casita preciosa, un cottage con el techo de paja. El manzano que pelamos daba unas manzanas deliciosas; parecían medio silvestres, no muy grandes, algo aperadas y de color amarillo. Eran exquisitas, no he vuelto a ver manzanas iguales desde entonces. Pero el granjero nos vio, y aunque no pudo cogemos (jnos soltó el perro!) se fue con el recado a Miss Britton, la jefa de la colonia.

Miss Britton era irlandesa, alta y tiesa, muy puesta en su cargo, con cara de luna llena, sonrosada, y cuando hablaba las eses se le escapaban silbando de los labios. El caso es que, estando en la fila para entrar a cenar, se presentó el granjero de las famosas manzanas en compañía de Miss Britton y fue señalando uno a uno a los ladrones, yo entre ellos. Nos mandaron de inmediato a la cama sin probar la cena. Pero al ir llegando al dormitorio el resto de los compañeros, cada uno nos fue dando a escondidas una rebanada de pan. Fue una cena pobre, pero la más generosa que he tenido en mi vida. Las frecuentes escapadas y los inevitables castigos favorecían la solidaridad. Mañana podía ser el turno de cualquiera.

No estaba sola Miss Briton; tenía como ayudante a Miss Massey, que era, a mi modo de ver de niño de diez años, el modelo ideal de joven inglesa. Era muy guapa, extrovertida, llena de vida, y podría haber sido un excelente sargento. Le chiflaba todo lo español, sobre todo las canciones regionales, aunque al cantarlas las pronunciaba fatal.




En su boca "cojo la vara y el carro" se convertía en "cojo la barra y el caro ". Era todo energía aquella Miss Massey. Nos caía estupendamente.

No puedo decir lo mismo de Miss O'Toole, la otra ayudante, ¡ irlandesa también. Miss O'Toole era pequeña, delgada, apática, y farfullaba al hablar, lanzando una continua lluvia de saliva. Se creía t. especial. Estaba enamorada en secreto de Mr. Denning, nuestro maestro de inglés, alto, rubio, de grandes ojos claros y mandíbula de héroe de aventuras, firme y enérgico. Mr. Denning era muy bueno dibujando. Nos ordenaba que le hiciéramos cualquier garabato en la pizarra y él se encargaba de completarlo enseguida, convirtiéndolo en alguna figura prodigiosa. Pero cuando hablaba en castellano sonaba igual que Stan Laurel, el flaco de las películas.

Completaban el cuadro de mando las andereños, señoritas Mari Cruz y Carmen Zugaza. De la señorita Mari Cruz sólo recuerdo que era de carácter apacible y que peinaba casi siempre una hermosa trenza a modo de lazo. Era bien parecida. Creo que se casó y se quedó en Inglaterra. La señorita Carmen Zugaza era otra cosa. Fuerte carácter euskaldun al estilo de las etxeko andre tradicionales, autoritaria y mandona. Cuando la volví a ver en Euba, cuarenta y cuatro años más tarde, seguía tan firme como siempre y sus ojos tenían la misma vida que en Camberley.

A mediados de 1939 se repatrió bastante gente de la colonia a España. Yo me fui definitivamente a Londres a vivir con Mrs. Swinden ya mi hermana Anita la enviaron a trabajar en un hotelito de Blackwater que se llamaba The Old Manor. También ella tuvo un padrino que le brindó su casa, Mr. Osbome, de Silverdene, Famborough. Mi hermana conservó siempre muy buenos recuerdos de aquella familia.

Aquel mismo año comenzó la segunda guerra mundial, y supe que el campo grande de la colonia se había habilitado con barracones del ejército inglés y con cañones antiaéreos. Londres se protegía con la famosa barrera de globos contra la aviación alemana. Por aquel entonces, los santos de los paquetes de cigarrillos nos instruían de como protegemos contra los bombardeos. A finales de año la colonia de Camberley quedó vacía de niños vascos y poblada de soldados ingleses.

En Enero de 1940 mi padre nos reclamó desde Francia. Me dolió en el alma tener que despedirme de Mrs. Swinden, que había sido para mí una auténtica madre. Cruzamos el Canal en ferry y nos llevaron a París y de allí a Bayona. Mi padre nos acomodó unos días a pensión completa en un bar fonda. No se quién pagaría aquello, posiblemente el Gobierno Vasco en el exilio. Nos trasladamos después a una gran mansión habilitada por refugiados vascos en el distrito de Saint-Etienne: "Le Vigneau". Viviendo allí mi hermana y yo fue cuando se produjo la invasión alemana de Francia. Mi padre, que trabajaba en Gers, 10 dejó todo y se vino más de doscientos kilómetros en bicicleta a buscamos.

Cruzamos a la buena de Dios la frontera de Irún los tres juntos, fue el 24 de Agosto de 1940. Volvíamos a casa después de tres años de peripecias. Encontré mi casa muy pequeña. Allí nos esperaba nuestra madre, y allí había sufrido 10 suyo, con sus hijos en el frente o desperdigados por el mundo.

La primera cena que nos dio nuestra madre al volver fue un guisado de carne con patatas como sólo ella sabía hacer, y de postre ciruelas claudias. Sabe Dios donde pudo encontrar aquella carne.
De las miserias que se vivieron después sabe, o debería saber, todo el mundo. De aquella época negra, de la posguerra interminable, se podría hablar eternamente. Prefiero acabar recordando con gratitud a aquella Inglaterra y a su gente, que supieron acogemos en un momento tan difícil, que supieron tratamos como lo que éramos, como a seres humanos, en su tierra de la mantequilla.


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