Como vengo acercando desde hace
varios años, Portugalete ha dado a lo largo de su historia a un gran número de
personas que han destacado en los distintos campos donde desarrollaron su faceta profesional.
La entrada de hoy está dedicada
al misionero jesuita Narciso de Irala y Martínez del Villar, nacido en nuestra
localidad el 7 de febrero de 1896 y fallecido en la residencia de Loyola de
esta institución religiosa el 13 de abril de 1988.
Narciso era gemelo de Antonio, este también jesuita y fallecido en1982.
Narciso y Antonio eran hijos de Juan
José de Irala y Arriola, nacido en Torrelaguna, provincia de Madrid, el 15 de
Junio de 1857, y de Casimira Martínez del Villar y Sáenz, natural de Munilla
(La Rioja).
Esta familia tiene 12 hijos de
los cuales cinco nacen en la villa de Portugalete. Dos de las hijas de este
matrimonio también dedicarán su existencia a la vida religiosa, concretamente María Patrocinio Irala y Martínez del Villar,
religiosa de la Orden de las Madres Reparadoras y Sabina Irala y Martínez del
Villar, como su hermana, religiosa de la Orden de las Madres Reparadoras también.
El cabeza de la saga se dedica a
diversos negocios, desde la minería, los ferrocarriles o los de alimentación,
siendo el fundador y creador de la mítica “Harino Panadera” llevando en la
actualidad en barrio bilbaíno de Irala este nombre en memoria del padre de Narciso.
Las primeras experiencias dentro
de la vida religiosa de estos dos portugalujos discurren de manera paralela. El
29 de Agosto de 1913 ingresan los dos en el Noviciado de Loyola donde reciben
los primeros conocimientos de su futura vida como miembros de la orden de la Compañía de Jesús. Tras este periplo, realizan estudios de magisterio, Narciso en Orduña
y Antonio en Tudela, ordenándose sacerdotes ambos el mismo día, mes y año, uno
de ellos en Innsbruck y el otro en Oña.
Así mismo la entrada oficial a la Compañía de Jesús de estos dos
portugalujos se realiza el mismo día, Antonio la efectúa en la localidad
Navarra de Javier mientras que Narciso se incorpora en Wuhu (China).
Narciso se dedicará durante dos
años al estudio del idioma ejerciendo con posterioridad su labor de misionero
en este país asiático.
Durante la llegada de Mao al
poder, Narciso desempeña su actividad religiosa en la parroquia de Shangai
regentada por la Compañía de Jesús. Tras la instauración del nuevo gobierno,
Narciso recibe el mandato de abandonar el país asiático y fijar su nueva
residencia en Brasil.
Habían sido 22 años de estancia
en China casi de manera ininterrumpida.
En este momento nace su segunda
fase dentro del mundo de las misiones católicas auspiciadas por la Compañía de
Jesús. Narciso con una gran experiencia a sus espaldas, se dedica a incentivar
la creación de nuevas misiones en el continente sudamericano así como a oficiar
conferencias explicando sus trabajos en la misión de Wuhu.
Publica varios trabajos de los que
cabe destacar “Control cerebral y
emocional” y “Eficiencia sin fatiga en el trabajo mental”, ambos trabajos reeditados
en numerosas ocasiones.
Su trabajo como conferenciante le
hizo viajar de manera constante, llegando a contabilizar una distancia en
kilómetros que superaba las siete vueltas al globo terráqueo.
Hablaba a la perfección el castellano, el latín, portugués, francés,
inglés, chino, mandarín, el dialecto de Shangai y el esperanto.
Tras su regreso a España en 1973
fija de manera temporal su residencia en Bilbao, trasladándose posteriormente a Pamplona, localidad en la que residirá 10
años.
Un accidente fortuito que
desemboca en la rotura de la cadera le obligan a finalizar todas sus
actividades desempeñadas hasta esos momentos, retirándose en 1986 a la
residencia que posee la Compañía de Jesús en Loyola (Azpeitia). Dos años después
fallecería en esta localidad guipuzcoana.
Narciso fue en vida un referente
para miles de personas que seguían tanto su trabajo en favor de los más pobres
de las localidades donde desarrollo su labor eclesiástica como para los
seguidores de sus conferencias y trabajos literarios, escritos basados en sus experiencias
durante su vida y que contaban con mucha aceptación entre un amplio número de
lectores dentro de diversos países sudamericanos.
Un portugalujo del que no teníamos
constancia y que fue un importante referente dentro del mundo donde desarrollo
su faceta humana en vida.
Las imágenes que acompañan a
estas líneas corresponden a Narciso en varios momentos de su vida, siendo la
última de las mismas una del progenitor del mismo, el empresario Juan José de
Irala y Arriola.
Espero que la entrada guste y
hasta la próxima.