Finalizando la serie relativa a obras teatrales del pasado siglo XIX en la que de manera directa se cita a la villa de Portugalete, hoy acerco dos de estas, una editada en 1871 y la segunda en 1896.
La primera de las mismas titulada: “Lances de Amor y Riqueza”, es un trabajo realizado por Emilio Mozo de Rosales.
El autor considera la obra como una “comedia de gracioso” dividida en dos actos y escrita en prosa.
La primera representación se realiza en el teatro Variedades de Madrid el 24 de abril de 1871 y como en otras ocasiones con una buena aceptación por parte del público.
Durante el segundo acto de la representación y durante una conversación entre D. Cosme y Antonio, ambos personajes de la trama, se realiza una evaluación de conocimientos culturales, citándose a Portugalete como el lugar que se encuentra junto a Bilbao en contraposición a lo afirmado por uno de los interlocutores que confunde el nombre de nuestra villa con el del país luso.
El segundo de los trabajos lleva por título “La Lugareña”.
Enrique López Marín, autor de "La Lugareña"
El texto lo realiza Enrique López Marín mientras la música la compone Luis Arnedo. La obra está considerada como un juguete cómico lírico siendo representada por primera vez en el teatro Romea el 9 de mayo de 1896 a beneficio del tenor Francisco Barraycoa, uno de los actores que actúan este día.
La trama se desarrolla en un solo acto, estando ambientada en las fechas en las que se escribe esta pieza teatral. El escenario es la habitación de un hotel de la capital madrileña, lugar donde en una de las conversaciones que mantienen dos de los protagonistas, uno de los mismos manifiesta como un tío de este le había dejado en herencia una hermosa granja en Portugalete.
Luis Arnedo Muñoz, autor de la música de "La Lugareña"
En los dos casos, los personajes principales se encuentran dentro de las clases sociales altas del momento algo que se evidencia dentro de la descripción de algunos de los personajes.
Del estudio pormenorizado de este tipo de trabajos se desprende que la villa de Portugalete fue un lugar de moda para las élites del momento, un espacio de esparcimiento, de tranquilidad y reposo, añorado fuera de las etapas estivales y que su impronta trascendía más allá de sus fronteras.
El actor Francisco Barraycoa
La descripción de su espacio geográfico, así como sus habitantes y los modos de sustento de estos, es algo que no solo se encuentra en estas obras teatrales si no también en otros trabajos literarios realizados en estos años y en décadas posteriores.
Una manera de retrotraernos a espacios y vivencias muy alejadas de las que tenemos en la actualidad.
A.P.T.
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