PORTUGALETE EN LAS GUERRAS MUNDIALES

Mi Aita que ha nacido en Portugalete en 1933, me contaba como anécdotas cuando era pequeño varias cosas que habían tenido a Portugalete como involuntario protagonista en las dos contiendas mundiales. De una de ellas fue mudo testigo al observar desde nuestro domicilio familiar en el Muelle Viejo como varias lanchas rápidas del tercer Reich entraban a toda velocidad hasta la zona de la dársena de Galdames en busca de barcos británicos que habitualmente cargaban mineral en este lugar.
Mi Aita fue testigo de la entrada por la ría y la ciaboga en la zona de la dársena. A consecuencia de la velocidad, varios botes que se encontraban en el dique, soltaron sus amarras yéndose a pique alguno de ellos.
En segundo caso, el que siempre me pareció más fantasioso, me decía como desde un colegio religioso portugalujo, un grupo de espías alemanes transmitía con una radio los nombres y movimientos de los buques ingleses a varias naves de guerra germanas que se apostaban en inmediaciones del Abra, en mar abierto, a la espera de sus presas para hundirlas. La historia iba más allá, mi Aita me decía que una vez detectada por los británicos las emisiones radiofónicas y el lugar desde el que se emitía, un avión sobrevoló la zona arrojando octavillas en las que se indicaba que de seguir con las emisiones radiofónicas desde ese lugar, no dudarían en bombardear desde el aire este centro religioso.

En cierta ocasión y de manera casual, comente este hecho con un librero bilbaíno, el cual me confirmaba la historia trasmitida por mi Aita, indicándome que él tuvo en una ocasión algunos papeles que trataban del tema y que la emisora citada funcionó en la primera y la segunda gran guerra.
Tiempo después y mientras buscaba en la prensa información sobre un tema que me interesaba en ese momento, me tope con la noticia que inserto en esta entrada. La misma data del 17 de Octubre de 1914 y fue publicada en la Revista Bilbao. Bueno a tenor de lo que se cita en la misma juzgar vosotros si las leyendas o noticias trasmitidas por transmisión oral, tiene o no visos de realidad.
Como ilustración, aparte del recorte de época, una imagen de un destructor de los que entraban en nuestro puerto de manera habitual a medias del pasado siglo.