Banda de txistularis de Portugalete ganadores del segundo premio en Donostia en 1929.
Una de las publicaciones más emblemáticas del mundo musical y cultural vasco durante décadas es, sin lugar a dudas, la revista “Txistulari”.
El primer número de esta obra tan específica se edita en marzo de 1928, contando desde sus comienzos con una amplia representación de portugalujos que participan en la misma de distintas maneras.
Ya en el primer número, y dentro de una relación de txistularis en activo en esas fechas, aparecen los músicos de Portugalete Benito Ocariz, que en esas fechas residía en el número 1 de la calle Gregorio Uzquiano y Luís López de Vergara residente en la calle Sotera de la Mier número 3.
También aparece en este ejemplar una relación de socios protectores que contribuían económicamente con diversas cantidades de dinero para el sostenimiento de esta publicación. En este apartado aparece el portugalujo Jesús de Allende residente en un chalé en Buenavista.
En el segundo de los números se menciona como uno de los colaboradores al religioso Isidoro de Cortazar, fraile agustino nacido en Durango el 5 de febrero de 1881 y que residió durante décadas en nuestra villa. Portugalete decidió reconocer su trayectoria dedicando una de sus calles con su nombre.
Durante su faceta docente y dentro del campo musical, el Padre Cortazar fue el fundador de la Schola Cantorum de María Inmaculada, agrupación que contó con la participación de cientos de portugalujos durante los años 20 del pasado siglo.
Los números de esta revista se publicaban en euskera y en castellano, recogiendo noticias relacionadas con el mundo de la música tradicional vasca interpretada con este instrumento, partituras, eventos, concursos y reuniones.
Gracias a la misma tenemos conocimiento de como en 1928 se celebró en Donostia, en el segundo día de Pascua de Resurrección, un concurso de bandas de txistularis dividido en diferentes categorías. La categoría A estaba destinada a formaciones compuesta por “dos silbos, silbote y atabal”. En esta modalidad se inscribió la banda de Sestao dirigida por el señor Garaizabal. Esta formación obtiene el segundo premio dentro de su categoría, sin embargo, y de manera excepcional, se creó un premio especial de 25 pesetas para el atabalero que tocaba con la banda de Sestao y que pertenecía a la Banda de Portugalete que no había competido en este certamen.
Celebración de txistularis en Portugalete en 1931.
Por el tercer ejemplar de esta revista editado para los meses de julio y agosto de 1928 tenemos conocimiento de la celebración de un concurso de txistularis en la villa de Bilbao dentro de las tradicionales fiestas de esta localidad (26 de agosto).
Como en otras ocasiones el concurso se divide en distintas categorías, inscribiéndose en la categoría A (silbo 1, silbo 2, silbote y atabal) la banda de Portugalete la cual actúa en el Arenal.
La actuación de la banda portugaluja es considerada como de muy notable siendo apreciada su actuación por más de 8.000 personas.
En la Asociación de Txistularis de esas fechas se encontraba inscrito como socio protector José María Egusquiaguirre, residente en la calle María Díaz de Haro de Portugalete.
A partir del cuarto número comienzan las colaboraciones del poeta portugalujo Adolfo de Larrañaga. En su primer artículo titulado “El Txistulari” se retrotrae a su infancia indicando como “de niño, tenía para mí el tamborilero una especie de aureola”.
Teniendo en cuenta que Larrañaga había nacido en Portugalete en 1876, su recuerdo puede datarse en los primeros años de la década de los 80 del siglo XIX, etapa en la que observaba a los txistularis de Portugalete tocar por las calles de la villa.
En el número 5 comienzan las aportaciones de otro portugalujo en esta publicación. Junto al religioso Isidoro de Cortazar encontramos a Alberto de Egusquiza colaborando en la redacción de algunos de los apartados de la revista.
En este mismo ejemplar Larragaña publica un poema titulado “Los tamboriles de Nuestra Señora de la Antigua”.
Junto a Alberto de Egusquiza aparece otro nuevo socio protector de la Asociación de Txistularis, este es Eleuterio de Jauregui residente en el número 5 de la calle Víctor Chávarri.
El número dedicado al primer aniversario de esta publicación (Número 6 enero y febrero de 1929) comienza con un nuevo trabajo del portugalujo Adolfo Larrañaga, un texto dedicado al Tamborilero de Amayur.
El poeta portugalujo Adolfo Larrañaga colaborador de la revista "Txistulari".
En el siguiente ejemplar se publicita el concurso de Txistularis a celebrar en 1929 en Donostia. Portugalete participa en el grupo A actuando en cuarto lugar después de la Banda de Txistularis de los Miqueletes, Tolosa y Añorga.
Las piezas interpretadas obligadas fueron “Donostiya”, un fandango con variaciones de Pablo Sorozábal y “Aitona-Potpourri” de J.A. de Erauzquin, decantándose la Banda de Txistularis de Portugalete, dentro del campo de libre elección, por la pieza titulada “Lardaska”.
El jurado decidió otorgar el segundo premio a la formación jarrillera, siendo la cuantía de este de 300 pesetas.
Este mismo año de 1929 los txistularis de Portugalete acuden a las fiestas de San Mateo de Logroño. Junto a los jarrilleros, los txistularis de Bilbao, Vitoria y Donostia son invitados a tocar en esta celebración.
Durante 1930 continúan apareciendo las aportaciones de los portugalujos en esta publicación. Los trabajos del poeta Larrañaga son reproducidos en esta revista siendo uno de los mismos el titulado "Ezpata-Dantza" que ve la luz en el número XIV de este órgano informativo .
En este mismo ejemplar se indica cómo en esas fechas, Portugalete cuenta ya con una banda completa de txistularis.
A partir del mes de septiembre de 1931 aparece un nuevo colaborador relacionado con la villa de Portugalete. Se trata de Luis Fernández, director de la banda municipal de música de la villa jarrillera.
Ese mismo mes, el día 6 concretamente, se celebra por primera vez en Portugalete un alarde de Txistularis en el que participan más de cincuenta músicos de distintas localidades.
Los txistularis entraron de manera conjunta en la villa recorriendo las principales calles de la localidad. A las 11.30 de la mañana comenzó un concierto dividido en dos partes oficiado desde el quiosco de la plaza.
En la primera parte se interpretó: "Alkate soñua", silbote obligado (L. Gorosarri). "Mendiko soñua" (J.Guridi). "Korputz Eguneko Zortzikoa" (M.Gainza). "ítzilargi" (L.Urtiaga).
Segunda parte:" Minueto" (V. Monzón). "Alborada" (J.Guridi). "Biribilketa de Euzko Jayetan" (J. de OÍaizola).
El religioso Isidoro Cortazar colaborador de la revista "Txistulari" desde sus primeros números.
Dentro de la festividad de Santa Lucía los txistularis portugalujos realizan un pasacalles por la villa. Este acto se recoge en las páginas del número 23 correspondiente a los meses de noviembre y diciembre de 1931.
En 1932 se celebra el primer concurso de obras musicales para txistu organizado por esta publicación. Dentro del jurado se encuentra Luis López de Vergara uno de los principales referentes de este instrumento en la villa de Portugalete.
Luis López de Vergara obtiene ese año, previa oposición, el puesto de subdirector de la Banda Municipal de Música de Portugalete. Dentro del grupo de txistularis jarrilleros, López de Vergara ocupaba el puesto de txistulari primero.
En la Asociación de Txistulares se inscriben como nuevos miembros el músico portugalujo Félix Alberdi Pérez residente en el número 10 del Progreso, así como Alfonso Reguera, este último residente en el número 6 de la calle Gregorio Uzquiano.
Otro de los nuevos asociados es José María López de Vergara residente en la Plaza Galán y G. Hernández. José María interviene en la VI Asamblea de Txistularis celebrada en Bayona en 1932.
En 1933 Luis López de Vergara forma parte de la junta directiva de la Asociación de Txistularis ocupando en puesto de vocal tercero.
Este año se asocian los portugalujos Martín Fernández Villarán Iturralde residente en el chalé Villa Luisa situado en Abaro, Demetrio Eguía residente en Repélega e Iñaki Aguirregabiria domiciliado en el número 4 de la calle Atarazanas.
La primera época de esta publicación data de 1928 a 1933 y tal como se recogen en estas líneas. La participación de reconocidos portugalujos fue muy importante, tanto para el sostenimiento de este órgano informativo, como para convertirlo en el referente cultural en su periodo de difusión.
A.P.T.
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