Dentro de este Blog se irá acercando a todos los lectores diferentes pasajes de la vida de muchos portugalujos o descendientes de estos que pasaron la mayor parte de su vida fuera de su localidad. En esta ocasión el protagonista de esta entrada es el poeta y escritor Faustino Diez Gaviño, reconocido con el tiempo por sus paisanos con el nombre de una calle en su Portugalete natal.
Esta biografía forma parte de un trabajo sobre la presencia de indianos portugalujos en todos los continentes y está registrado y sujeto a los derechos de autor que marca la ley. Para su reproducción solicitar permiso al correo electrónico de este blog.
Faustino Gonzalo Diez Gaviño nace en Portugalete el 9 de Enero de 1852, sus primeros años trascurren en esta localidad hasta el fallecimiento de su padre Luis Díaz Sopeña, momento en el que se traslada junto a toda la familia hasta Cantabria, región de la que era originario su progenitor. En esta provincia vivirá hasta bien entrada su adolescencia, trasladándose con posterioridad hasta Barcelona donde realiza estudios de Ingeniería Industrial. Al parecer al joven Gaviño le costó lo suyo sacar adelante sus estudios ya que en el número 243 del “Porvenir de la Industria”, el Ingeniero Industrial Mecánico de la promoción de 1875 narra en un artículo titulado “Viaje alrededor de un empleo. Historia de un Ingeniero Industrial (apuntes joco-serios)” de una manera desenfadada su relación con los estudios de matemáticas dentro de la carrera que realiza. De este articulo puede destacarse el siguiente texto: “ A fuerza de trabajo y paciencia fui logrando meter en la cabeza aquellas raíces cúbicas de polinomios, aquellas ecuaciones trascendentes, aquellas integrales y diferenciales, aquel péndulo cónico, aquel plano tangente a un cuerno de vaca, y esos miles de millares de teoremas y formulas cuya digestión es tan pesada y costosa. Y entré en la Escuela”.
Antes de su partida contaba con importantes amistades dentro del mundo cultural, encontrándose correspondencia del mismo con Menéndez Pelayo
En 1880 y con 28 años, decide trasladarse a Cuba, fijando su residencia en la capital de la isla.
Desde el momento de llegada es contratado con su Tío Abuelo Manuel Calvo, pasando a encargarse de algunas actividades relacionadas con la prensa local. Con el auspicio de su familiar, funda en La Habana en 1886 el periódico “Laucak-Bat”, órgano de difusión de la colectividad vasca de la isla. Aparte de la dirección de este semanario ostenta el cargo de Redactor Jefe de “El Progreso Comercial”. Además de los versos y de la escritura, lo que más le gusta durante su estancia en la isla es la vida bohemia. Se cuenta de el que pasaba las mañanas en las terrazas del café Albisu y las noches en los teatros habaneros, siendo las mesas de estos locales su improvisada oficina de trabajo. Se dice así mismo que en una ocasión se le ofreció la dirección de un periódico en la localidad de Colón dentro de la región de Matanzas, no aceptando el puesto al enterarse que en esta ciudad no había teatro.
En Junio de 1888 decide regresar hasta Portugalete pero la estancia en la villa dura poco ya que al poco tiempo decide retornar nuevamente hasta la isla de Cuba. En 1894 el editor Cubano Ruiz le anima a recopilar su dispersa obra dentro de un volumen, trabajo que no llega a ver a pesar de su publicación debido al fallecimiento de Diez Gaviño el 10 de Febrero de 1895. En 1899 y dentro de los números 36 y 38 de la Biblioteca Bascongada de Fermín Herrán son reeditados parte de sus versos.
Su cadáver descansara en la bóveda Nº6 del panteón de la Asociación Vasco-Navarra de La Habana hasta el año 1900, fecha en la que le solicita a Pedro de Orue la realización de los trámites para la repatriación del mismo. Las gestiones se realizan con prontitud siendo entregados los restos ese mismo año, a su hermano Ernesto Diez Gaviño para ser sepultados en el cementerio Jarrillero.
El año 2004 la revista cántabra Altamira, publicó el artículo de Diez Gaviño titulado “Viaje alrededor de Santander en 25 minutos”.
Junto al texto, la única imagen que se conserva de Gaviño publicada por la Vasconia en Buenos Aires a finales del siglo XIX, Cabecera del Laurac-Bat de La Habana en la que se puede observar la fundación del semanario por parte del autor portugalujo, documento de la asociación Vasco-Navarra de Beneficencia en el que se recoge el cargo honorifico en esta institución y el último poema publicado por este autor.
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