domingo, 12 de septiembre de 2010

LA SEGURIDAD EN EL PUENTE VIZCAYA

El pasado martes un grave suceso ha tenido como involuntario protagonista al Puente Vizcaya.

La prensa local recogía el fallecimiento del joven Mikel Uriarte tras caer su vehículo desde la barquilla del transbordador hasta las aguas de la ría. Una muerte, y más de una persona joven y en estas circunstancias, siempre es muy dolorosa, sobre todo para los familiares y amigos, por ello quiero mandar desde este blog mi más sentido pésame a todos ellos.

El fallecimiento se produjo al entrar el vehículo que conducía, un Honda Civic, a excesiva velocidad en el interior de la barquilla, golpeando contra la barandilla, una estructura realizada en aluminio ligero, la cual se abrió a consecuencia del impacto cayendo el vehículo a las aguas portugalujas.


En esta entrada no trato de polemizar sobre las condiciones de seguridad que presenta la actual barquilla, hay que reconocer que se ha ganado mucho desde que los coches se colocaban en tres filas en el interior de esta estructura imposibilitando la salida de los pasajeros de todos ellos en caso de emergencia.

Pero a lo largo de la historia de las cinco barquillas que han colgado del Puente Vizcaya, las características del pasaje han ido evolucionando.

Si bien en la primera estructura los viajeros de segunda clase compartían el espacio central con bultos y animales, con el devenir y la evolución de los vehículos, más amplios y de mayor volumen, el espacio central queda reservado para coches así como para un reducido número de animales y propietarios de estos, generalmente aldeanas de la margen derecha que acuden los días de mercado hasta la plaza de Portugalete para vender sus productos. En la prensa del pasado se puede leer algunos incidentes que tienen como protagonistas a burros que en un momento de nerviosismo descargan su carga entre saltos en el fondo de las aguas de la ría.

Tras la finalización de la guerra civil y con el cambio de barquilla, se instala como medida de seguridad una escalera en uno de los laterales de la barquilla con el propósito de evacuar a los usuarios del puente si este si quedaba parado en medio de su recorrido. Esta escalera fue utilizada en varias ocasiones. Así mismo y como medida auxiliar preventiva, recuerdo perfectamente como en mi juventud, en el Muelle Churruca portugalujo se encontraban diversos salvavidas colgados de las farolas del muelle, la mayor parte de los mismos en las cercanías de este puente centenario.

La tercera barquilla es construida en Puntales (Cádiz) por una empresa aeronáutica. Su diseño no tiene nada que ver con las anteriores, realizada con materiales ligeros que aliviaban el travesaño de un importante peso que tenía su antecesora. La empresa que explota este puente en esas fechas se empecina en colocar a tres vehículos en cada fila, algo que realizó durante décadas. Cada vez que por algún motivo pasaba en el puente por esas fechas siempre pensé: ¿Como saldrían las personas de los vehículos en casos de emergencia?, por ejemplo, si un incendio en un vehículo obligara a evacuar a los pasajeros de la barquilla por no poder controlarse, o peor, un camión de los que pasaban con frecuencia con productos inflamables tuviera un grave problema por perdida de carga o cualquier otra circunstancia ¿Cómo se evacuarían en un tiempo razonable de seguridad a los usuarios de la barquilla? ¿Con que medios?, ¿existen escaleras?,¿ como saldrían de los vehículos los conductores y sus familias si las puertas de los coches que se encontraban en la barquilla no se podían abrir ya que pegaban con las puertas de los coches que se encontraban junto a ellos o con la parte lateral de la barquilla?. Siempre tuve una cosa clara, el puente en caso de tener que salir corriendo era una ratonera, sobre todo para las personas que pasaban en sus vehículos de una orilla a otra.

La cuarta barquilla, construida de manera provisional hasta colocar la actual, tuvo una existencia transitoria, llegando a la actual, construida en fibras y más acorde con la tecnología moderna.

Creo que sería interesante la colocación de algunos sistemas de seguridad que refuercen los que puede tener la barquilla en la actualidad. No estaría de más un sistema de bloqueo en las ruedas de los vehículos que se activara a una determinada presión, estoy podría evitar el desplazamiento por golpe fortuito o accidental que pudiera recibir un vehículo por un predecesor y que pudiera arrastrarle por la fuerza del impacto. A esto también pudiera sumarse la instalación en las vallas de entrada y salida de la barquilla de otro sistema de bloqueo que podría activarse también en caso de impacto evitando que se abrieran.


Creo que estos sistemas y otros que a buen seguro conocerán los especialistas, podrían en un futuro evitar sucesos como el acontecido este pasado martes.

Una vida es muy valiosa sobre todo para los familiares y amigos de la persona que nos deja, por eso, bien vale una inversión en asegurar aun más el trayecto en este monumento centenario Patrimonio de la Humanidad.


Espero que estas líneas sean entendidas como una aportación constructiva, ilustrando las mismas con distintas vistas de cómo han viajado los usuarios en el interior de las distintas barquillas a lo largo de la historia de las mismas.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece acertado lo que propones sin ser una barrera escandalosa si se puede hacer algo mas seguro no es la primera vez que pasa esperemos que sea la ultima,mi mas sincero pesame a la familia y amigos....

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con lo que propones, una iniciativa inteligente que creo se tiene que tener en cuenta.
Me sumo a las muestras de pésame por este fallecimiento.
Esperemos que sea el último en estas circunstancias.