Esta entrada se la dedico a mi desaparecido amigo Mario Ángel Marrodan autor consagrado, coleccionista con criterio y persona que merecería un homenaje por parte de las sociedades a las que perteneció.
El ser humano desde que tiene razón, ha guardado diversos objetos como fetiche, tesoro o como trueque a lo largo de su vida.
El coleccionismo racional ha servido para que hoy en día se puedan contemplar en museos, cuadros u otros objetos, que en el pasado formaron parte de colecciones privadas y que en un momento determinado de las vidas de sus propietarios, fueron cedidos o donados a instituciones para la contemplación y estudio en general. Lo más normal ha sido siempre la colección de sellos o monedas algo que cuenta con gran número de adeptos en todo el mundo, pero también se han dado otro tipo de coleccionismo, pegatinas, pins, cajas de cerillas, etc.
Existe así mismo el coleccionismo compulsivo, el de almacenar cualquier objeto, sea del índole que sea, solo porque se vea o se relacione con un determinado nombre, sin criterio y en forma de tesoro, lo de lo ves y ya no lo ves mas. Estas personas realizan un marcado y reiterado seguidismo de forma parasitaria a lo que los investigadores difunden en sus trabajos, recogiendo información de los mismos para poder continuar almacenando sus “cotizados” tesoros. A mi entender resulta penoso que en muchas ocasiones estas personas se dedican al almacenamiento sin aportar nada a la divulgación o metiéndose en medio de investigaciones o trabajos históricos, zancadilleando y difamando a determinados autores , con un criterio expoliador, como los antiguos conquistadores, coleccionando el patrimonio cultural de países que se encuentran en estos momentos en delicadas condiciones económicas.
También hay que decir que en ocasiones los investigadores históricos hemos sido ayudados por otros coleccionistas con el fin de poder ilustrar algunos de nuestros trabajos. A estos últimos muchas gracias.
En esta entrada, la primera dedicada al coleccionismo de cosas relacionadas con Portugalete, inserto una serie de etiquetas de vino, todas ellas relacionadas con nuestra villa.
La primera de las mismas data de principios del siglo XX y publicita un licor de nombre “Cualquiercosa”. En esta etiqueta se puede observar el Puente Vizcaya junto con un velero, todo ello en color. Sin lugar a dudas una de las etiquetas más bonitas que tiene relación con Portugalete.
Otra de estas etiquetas está editada en Bailen (Jaén) y corresponde al vino “Marques de Portugalete”. Este vino se puede comprar fácilmente a través de internet y puedo asegurar que sus responsables son grandes profesionales que tratan a sus clientes con gran amabilidad.
Las dos de la denominación “La Cueva Rio Bajo” corresponden a una de las tradicionales empresas que se han dedicado y se dedican todavía a embotellar vino en nuestra localidad, correspondiendo la etiqueta de correos de Portugalete a una edición especial que se hizo hace unos años para los trabajadores de esta sucursal.
Finalmente en la etiqueta L.U.H. de Andoain se puede ver un dibujo de la iglesia Santa María de Portugalete, imagen que reclamo el propietario del bar para la venta de este vino en su establecimiento, mientras la de la Bodega Los Jarrilleros se trata de la marca de una cosecha familiar de unos Portugalujos con vivienda en Navarrete (La Rioja) cuyo fundador fue el padre de la saga de nombre Manuel Calvo.
Esta etiqueta se realiza en los años 80 del pasado siglo y yo fui el autor de la misma regalándole el diseño de la misma a mi amigo Iñaki Calvo, mi sorpresa ha sido cuando personas relacionadas con la cultura jarrillera me la enseñaron como algo curioso y desconocido, pero más sorprendente resulto ver la reacción cuando les comente quien era el autor.
El coleccionismo racional ha servido para que hoy en día se puedan contemplar en museos, cuadros u otros objetos, que en el pasado formaron parte de colecciones privadas y que en un momento determinado de las vidas de sus propietarios, fueron cedidos o donados a instituciones para la contemplación y estudio en general. Lo más normal ha sido siempre la colección de sellos o monedas algo que cuenta con gran número de adeptos en todo el mundo, pero también se han dado otro tipo de coleccionismo, pegatinas, pins, cajas de cerillas, etc.
Existe así mismo el coleccionismo compulsivo, el de almacenar cualquier objeto, sea del índole que sea, solo porque se vea o se relacione con un determinado nombre, sin criterio y en forma de tesoro, lo de lo ves y ya no lo ves mas. Estas personas realizan un marcado y reiterado seguidismo de forma parasitaria a lo que los investigadores difunden en sus trabajos, recogiendo información de los mismos para poder continuar almacenando sus “cotizados” tesoros. A mi entender resulta penoso que en muchas ocasiones estas personas se dedican al almacenamiento sin aportar nada a la divulgación o metiéndose en medio de investigaciones o trabajos históricos, zancadilleando y difamando a determinados autores , con un criterio expoliador, como los antiguos conquistadores, coleccionando el patrimonio cultural de países que se encuentran en estos momentos en delicadas condiciones económicas.
También hay que decir que en ocasiones los investigadores históricos hemos sido ayudados por otros coleccionistas con el fin de poder ilustrar algunos de nuestros trabajos. A estos últimos muchas gracias.
En esta entrada, la primera dedicada al coleccionismo de cosas relacionadas con Portugalete, inserto una serie de etiquetas de vino, todas ellas relacionadas con nuestra villa.
La primera de las mismas data de principios del siglo XX y publicita un licor de nombre “Cualquiercosa”. En esta etiqueta se puede observar el Puente Vizcaya junto con un velero, todo ello en color. Sin lugar a dudas una de las etiquetas más bonitas que tiene relación con Portugalete.
Otra de estas etiquetas está editada en Bailen (Jaén) y corresponde al vino “Marques de Portugalete”. Este vino se puede comprar fácilmente a través de internet y puedo asegurar que sus responsables son grandes profesionales que tratan a sus clientes con gran amabilidad.
Las dos de la denominación “La Cueva Rio Bajo” corresponden a una de las tradicionales empresas que se han dedicado y se dedican todavía a embotellar vino en nuestra localidad, correspondiendo la etiqueta de correos de Portugalete a una edición especial que se hizo hace unos años para los trabajadores de esta sucursal.
Finalmente en la etiqueta L.U.H. de Andoain se puede ver un dibujo de la iglesia Santa María de Portugalete, imagen que reclamo el propietario del bar para la venta de este vino en su establecimiento, mientras la de la Bodega Los Jarrilleros se trata de la marca de una cosecha familiar de unos Portugalujos con vivienda en Navarrete (La Rioja) cuyo fundador fue el padre de la saga de nombre Manuel Calvo.
Esta etiqueta se realiza en los años 80 del pasado siglo y yo fui el autor de la misma regalándole el diseño de la misma a mi amigo Iñaki Calvo, mi sorpresa ha sido cuando personas relacionadas con la cultura jarrillera me la enseñaron como algo curioso y desconocido, pero más sorprendente resulto ver la reacción cuando les comente quien era el autor.
Indicar así mismo que en esta entrada faltan varias etiquetas de las que yo conozco. Una de ellas se trata de una etiqueta de cava denominada Agua de la Canilla la cual adornaba una de las botellas de bebida que en los años 80 que el ayuntamiento entrego en la cesta de navidad de los funcionarios municipales. Otra sería la del conocido txakoli de Repelega, vino que de forma artesanal realiza desde hace años un portugalujo de esta zona. De estas etiquetas poseo varias pero debido a una remodelación en mi vivienda no he dado con ellas, en el momento en que las encuentre las colocare en el blog.
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