Durante años, las mujeres portugalujas han sido la columna vertebral de los domicilios jarrilleros.
Las mismas trabajaban en casa, en el cuidado de los más pequeños y la familia y fuera de la misma en diversas actividades relacionadas con el campo y la ría. Si las familias residían en la parte alta de la villa, los trabajos del campo formaban parte de su quehacer cotidiano y si residían en la parte baja o más cercana al puerto, trabajos como el de descargadoras o vendedoras son los más habituales para traer algo de dinero a los domicilios
De entre los oficios más las populares se encuentra el de sardineras, mujeres de pescadores que se dedicaban hasta no hace tantos años a ofrecer las capturas de sus maridos por las calles de la localidad y pueblos cercanos.En esta ocasión traigo una imagen de un grupo de estas trabajadoras en la estación de Portugalete esperando el tren para trasladarse a otras localidades para vender sus mercancías.
Las mismas trabajaban en casa, en el cuidado de los más pequeños y la familia y fuera de la misma en diversas actividades relacionadas con el campo y la ría. Si las familias residían en la parte alta de la villa, los trabajos del campo formaban parte de su quehacer cotidiano y si residían en la parte baja o más cercana al puerto, trabajos como el de descargadoras o vendedoras son los más habituales para traer algo de dinero a los domicilios
De entre los oficios más las populares se encuentra el de sardineras, mujeres de pescadores que se dedicaban hasta no hace tantos años a ofrecer las capturas de sus maridos por las calles de la localidad y pueblos cercanos.En esta ocasión traigo una imagen de un grupo de estas trabajadoras en la estación de Portugalete esperando el tren para trasladarse a otras localidades para vender sus mercancías.
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