CAPITANES PORTUGALUJOS Y SUS BARCOS ENTRE 1800 Y 1803.

Durante siglos, muchísimos siglos, Portugalete vivió mirando a la mar. Su influencia, modo de vida y relaciones pasaban por el espacio geográfico donde se encuentra ubicada la población, en el cauce natural de entrada y salida a la ría y a la mar abierta. 

Con el conocimiento de toda esta actividad marítima, los barcos que contaba la villa de Portugalete, los marinos propietarios de estos y otra serie de vicisitudes y documentos relacionados con este mundo, nos hace retrotraernos a épocas pasadas conociendo naves y personajes de la villa portugaluja que surcaran nuestras aguas en siglos pasados.

 

Del número de documentos consultados años atrás relacionados con este tema, hoy acerco la transcripción de varios de ellos, los principales son uno de 1800 y otro de tres años más tarde (1803) en los que se da cuenta de los barcos y propietarios de estos, de la villa de Portugalete.

El primero de los documentos indica:

Testimonio de barcos y numeración de gente de mar de Portugalete.

 

“Doy fe yo el infrascrito de número y Ayuntamiento de esta Noble Villa de Portugalete que los Sres. Alcalde, Justicia y Regimiento de Ella, en cumplimiento de la orden despachada por verdad relativa a dar razón de los buques nacionales y demás circunstancias que expresó la Real Orden de diez y ocho de febrero de mil setecientos noventa y siete, como también de la gente de mar, han pedido dichas noticias a los mayordomos de la cofradía de mareantes de esta referida Villa, haciéndolos responsables de cualesquiera perjuicios que puedan resultar por omisión o falta de verdad, y la han dado en esta forma:

 

Bergantín mercante de que es dueño y capitán D. Martín de Tribiñu, de este vecindario, que actualmente se halla sin tripulación y, con solo un muchacho para su custodia en el puerto de Ferrol, que tiene de porte ochenta toneladas.

 

D. Francisco de Ybiñaga, vecino de esta Villa es dueño del cachemarín nombrado SANTA ANA, de porte de treinta toneladas, que se halla en Bayona, su patrón Manuel de Echevarría con tres marineros y un muchacho, todos vecinos de Ea.

 

Juan Peláez de esta propia vecindad, es dueño y patrón de otro cachemarín titulado NUESTRA SEÑORA DE BEGOÑA de porte de veinte y ocho toneladas, que se halla en Bayona con tripulación de tres marineros y un muchacho, uno de ellos individuos de esta cofradía y los otros forasteros.

 

Ángel de Bellichi de esta misma vecindad es dueño y patrón del cachemarín nombrado NUESTRA SEÑORA DE BEGOÑA de porte de treinta y dos toneladas, cuyo paradero se ignora, con igual tripulación de tres marineros y un muchacho, este hijo de aquel y los demás forasteros.

 

Otro cachemarín titulado NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN de veinte y ocho toneladas propio de D. Josef de Arrospide, de esta vecindad, su patrón Josef de Ybarra, con igual tripulación que los de arriba, todos vecinos de Plencia, que al parecer se halla en el Ferrol.

 

Otro cachemarín de porte de treinta y dos toneladas titulado NUESTRA SEÑORA DE BEGOÑA propio de D. Josef de Balanda, de esta vecindad, que se halla en Plencia siendo su patrón Juan de Ybarra, con igual tripulación, individuos de aquel puerto.

 

Que después de la última numeración o noticia dada en cumplimiento de la misma Real Orden, han fallecido cual es notorio algunos individuos de mar de este puerto quedando en la actualidad reducido su número a treinta y cinco, a saber, los diez excluyentes contándose en ellos los patrones y cinco restantes ausentes, tripulándose estas actualmente en parte por gente terrestre por falta de la de mar, bien entendido que, todos los treinta y cinco están en servicio, unos, normalmente y otros por medio de sustitución, enviados en las anteriores levas, desde el año de noventa y tres hasta ahora; y para que conste en el mandato de dichos Sres. del Gobierno doy el presente y lo anoto para que en todo tiempo conste.

 

Portugalete a diez y siete de septiembre de mil ochocientos años”.

El segundo de los documentos, como se ha indicado anteriormente, fechado el 10 de febrero de 1803, y relacionado con el anterior, indica nuevamente la relación de naves y propietarios afincados en la villa de Portugalete, recogiéndose en este escrito:  

 

“En la casa Consistorial de esta N. Villa de Portugalete a diez de febrero del año de mil ochocientos y tres. Por ante mí el infrascrito Escribano Real del Número y Ayuntamiento de ella, se congregaron los Sres. D. Agustín de Meaurio, Alcalde Juez Ordinario en actual ejercicio por la notoria ausencia del principal D. Josef Venancio de Maruri, D. Pedro de Zubia, D. Félix Joaquín de la Sota y D. Francisco Antonio de Asua.

 

D. Martín Antonio de Tribiñu, de esta vecindad es dueño y capitán de un bergantín nombrado NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN alias LA VIZCAYA de porte de ciento y cincuenta toneladas, que compró en Vigo y, fue apresado a los ingleses en la última guerra, su tripulación consiste en siete hombres de ajena jurisdicción y, salió en el mes de enero último de este puerto con destino a Londres.

 

Juan Peláez de este propio vecindario es dueño y patrón de un cachemarín titulado NUESTRA SEÑORA DE BEGOÑA, de porte de veinte y ocho toneladas, de fabrica española y tiene de tripulación tres marineros forasteros y un muchacho de esta cofradía y se halla, al parecer, en el puerto de Castro Urdiales.

 

D. Joseph de Arróspide, también de este vecindario es dueño de otro cachemarín nombrado NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN de porte de treinta y dos toneladas, su patrón Josef de Ybarra, tripulado de tres marineros y un muchacho, de fuera parte de esta cofradía, fábrica española y se ignora su actual destino.

 

D. Francisco de Ibiñaga, vecino de esta Villa es dueño de otro cachemarín nombrado SANTA ANA, de porte de treinta toneladas, fábrica española, que se halla en navegación, ignorándose su actual paradero y, tiene cinco hombres de tripulación, de fuera parte de esta cofradía.”

 

La lectura de estos documentos nos dan a conocer no solo las naves propiedad de capitanes o empresarios portugalujos sino la identidad de los mismos, personas que en muchos casos han pasado desapercibidas para una parte importante de la población, no encontrándose los mismos en las páginas de las publicaciones relacionadas con esta temática editadas hasta la fecha.

 

A.P.T.