lunes, 5 de febrero de 2024

EL BARCO PORTUGALUJO "ELENA", NACIMIENTO Y HUNDIMIENTO

 El "Elena" en su amarre natural durante décadas en el puerto de Portugalete.

Si debido al marco geográfico donde nos encontramos los naufragios eran frecuentes a la entrada de nuestro puerto, no se nos debe pasar por alto las embarcaciones afincadas en la villa que se perdieron a consecuencia de accidentes marítimos, pero en otros lugares próximos a nuestras costas.

Hoy acerco la pérdida del “Elena” una embarcación cuyo puerto natural de atraque fue la villa de Portugalete durante la mayor parte de su vida.

La “Elena” se trataba de una balandra de vapor con casco de madera construida en Ondarroa en 1923.

Las características de este barco eran: una eslora de 20 metros, 5.32 metros de manga, 1,57 de puntal, pudiendo desplazar a máxima carga 97,80 toneladas.

El desplazamiento lo producía una máquina de triple expansión alimentada por una caldera de la marca “Field” a una presión de 10 kilos, que suministraba una fuerza de 30 caballos.  

Tras varios cambios de la fuerza motriz que movía este barco, el 4 de mayo de 1942, el Comandante de Marina de la provincia de Vizcaya, autoriza al armador de este buque para sustituir el motor de petróleo con el que contaba en esas fechas, por otra máquina propulsora.

El "Elena" durante la recuperación de una embarcación hundida. 

La embarcación es construida para Juan Flaño Gil por la empresa ondarresa “Vda. de Urresti Sobrino y Cía.” desembolsando por la misma la cantidad de 40.000 pesetas.

En 1956 se le efectúan diversas obras de reparación y acondicionamiento en los “Astilleros del Abra S.A”. La cuantía de estas asciende a un importe total de 1.550 pesetas.

El barco se utiliza para labores de rescate, salvamento, así como otro tipo de actividades relacionadas con el mundo de la mar. En 1953, concretamente a consecuencia del hundimiento del “Cabo Quintres” el 5 de mayo de ese año en las proximidades del Cabo Villano, participa activamente en la recuperación de los restos de esta nave, rescatando trozos del mismo del fondo de las profundidades hasta acercarlos a tierra firme.

El "Elena" transportando un trozo del barco "Cabo Quintres" durante las labores de recuperación.

Algunos años después de esta última fecha y tal como consta en la escritura notarial otorgada ante el Notario José Caravías Villen en Portugalete el 29 de octubre de 1960, la embarcación pasa a ser propiedad de Pedro Flaño Greño, vecino de Sestao, al cual le es adjudicada con motivo de la partición de bienes de su difunto padre Juan Flaño Gil.

El barco fue valorado en esas fechas en 40.000 pesetas.

El 21 de marzo de 1963 el buque “Elena” pasa a ser propiedad de Alonso González Fernández, vecino de Santander, tras el pago de 50.000 pesetas.

El 27 de abril de 1964 el “Elena” se hunde en el lugar denominado “Somocueva” cuando se encontraba recuperando los restos del también buque siniestrado “Alcedo, originándose, por dicho hundimiento, la pérdida total de este buque.

El "Elena" en el puerto de Armintza donde se almacenaban los restos del "Cabo Quintres".

El último propietario del “Elena” es el reconocido buzo cántabro anteriormente citado, dedicando la embarcación a trabajos de salvamento y desguace de pecios hundidos.

Como he comentado al principio de este artículo, el “Elena”, a pesar de que la titularidad de este en el momento de su pérdida, el reconocido buzo cántabro Alonso González, siempre se le recordará como una de las embarcaciones emblemáticas amarradas en el puerto jarrillero durante décadas. Una nave que no pasó desapercibida.  

A.P.T.


 

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