domingo, 21 de mayo de 2017

A LA MEMORIA DE MARI CARMEN IPIÑA, PORTUGALUJA DE LA CULTURA VASCA.



El pasado 16 de mayo fallecía a los 79 años Mari Carmen Ipiña Ormaetxea una de las personas más importantes dentro de la localidad de Portugalete en todo lo concerniente a la recuperación del euskera, así como a la educación en la cultura vasca.

Tuve el honor de conocerla desde que tengo uso de razón. Mi ama me inscribió con apenas cuatro años en una ikastola que empezaba a dar sus primeros pasos en la calle Santa María de Portugalete, centro que nace en tiempos difíciles donde todo lo que al régimen le olía a vasco se miraba con lupa, en aquellos años de color verde o gris, y que acojonaba al más pintado.

Mari Carmen fue una de las piezas claves para que esa naciente Ikastola, embrión de lo que sería en un futuro unos imponentes centros docentes, pudiera a caminar poco a poco esquivando problemas legales en un tiempo oscuro y gris.




Mari Carmen, entre un sinfín de cosas en las que participó jugándose incluso su propio sustento, consiguió resolver tramites como era conseguir la Cartilla de Escolaridad, documento obligado para todos los alumnos, obteniendo la firma del director en aquellas fechas del colegio público Maestro Zubeldia, para el grupo de alumnos que estábamos matriculados en la Ikastola San Francisco Xabier de Portugalete.

Su implicación fue variada. Organizó cursos de adultos para padres y madres de alumnos, se implicó en actividades culturales y puso en marcha distintos apartados para el buen funcionamiento de esta recién creada ikastola, así como para el centro de formación de la mujer, una organización que impartía diferentes actividades en los locales de la Casa Parroquial.

Tras la llegada de la democracia salió elegida concejal bajo las siglas del Partido Nacionalista Vasco, siendo una de las personas que participó en traer a nuestro municipio la U.N.E.D.




Mari Carmen fue una persona implicada en la defensa de la cultura vasca en momentos difíciles en los que te jugabas mucho, incluso la libertad. Personalmente creo que nunca se le reconoció en vida esta implicación, algo que solamente conocen los que vivieron esos años desde dentro y que es complicado de asumir o imaginar por personas que no lo vivieron en primera persona.  

Particularmente siempre reconoceré a Mari Carmen como una de las principales precursoras de lo que hoy en día tenemos en algunos campos de la cultura y educación local y que asumimos como algo normal sin pensar que gracias a personas implicadas como ella podemos disfrutar de esas posibilidades.

Desde este blog quiero transmitir mi más sincero pésame a los familiares y allegados de Mari Carmen Ipiña, una portugaluja ejemplar.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.