domingo, 30 de noviembre de 2008

PUBLICACIONES SOBRE PORTUGALETE.



Como ya es sabido, Portugalete cuenta con una amplia bibliografía relacionada con diferentes apartados de su historia. Las principales obras que tratan casi de manera exclusiva sobre esta villa marinera se han editado en el pasado siglo XX, encontrándose cerca de media docena de trabajos publicados durante el siglo XIX.
Lo que no es tan conocido es que al menos existen tres publicaciones que de una manera clara tratan de diferentes pasajes de la historia jarrillera editados durante el siglo XVIII.
En la mayor parte de los casos, estas ediciones tratan de pleitos entre Portugalete y localidades vecinas, pero leyendo el contenido de los mismos se pueden leer pasajes de la vida del municipio desde el siglo XVI. Los límites, los derechos y otros pasajes de la organización y facultades con los que contaban los habitantes de Portugalete durante estos espacios de tiempo.
Como el principal precepto o ideario de este blog es la divulgación de todo lo relacionado con Portugalete y su cultura desde el respeto, sirvan las imágenes que se insertan en esta entrada para acercar la portada y una de las páginas interiores de una de estas obras, para el conocimiento general de las personas que leen este blog.



EL CARABINERO AGAPITO ZORRILLA SÁEZ


El pasado domingo 16 de noviembre, el periódico El Correo publicaba un artículo de Imanol Villa en el que se daba cuenta de un suceso acaecido en Portugalete el año 1908.
El 1 de Noviembre de ese año, el carabinero con destino en Portugalete, Agapito Zorrilla Sáez, disparaba su arma reglamentaria contra el sargento Francisco Mendoza Sánchez causándole la muerte. A consecuencia de estos hechos, el carabinero Zorrilla será juzgado por las autoridades militares siendo condenado a la pena de muerte. Esta pena fue ejecutada en Portugalete, convirtiéndose en el último reo fusilado en esta villa antes de la guerra civil.
A continuación inserto el texto completo aparecido en El Correo y cuya titularidad, como se ha dicho en un principio, corresponde a Imanol Villa, y en el que de una manera escueta se describen estos sucesos. Complementando a este texto me ha parecido interesante insertar unas imágenes que complementen el mismo, una de ellas corresponde al periódico El Nervión, diario del momento que junto con otros, se hicieron amplio eco del suceso, proceso y final de la historia. Conservo la colección completa de lo acontecido en esas fechas publicado en la prensa local, mostrando en el blog la parte en la que el reo llega a la villa para pasar sus últimas horas.
Así mismo, una imagen del puesto de carabineros que se encontraba en el Muelle Churruca hasta no hace muchos años.


El 1 de noviembre de 1908, a las dos de la tarde aproximadamente, el carabinero Agapito Zorrilla Saez disparaba en Portugalete su fusil reglamentario contra el sargento del mismo cuerpo Francisco Mendoza Sánchez, «destrozándole la cabeza de un balazo». En el lugar de los hechos se hallaban presentes varios carabineros y un cabo que, pese al desconcierto inicial, lograron reducir y detener al agresor. Ante un suceso de esa magnitud se dispararon las cábalas y suposiciones.
¿Qué motivo había empujado a Agapito Zorrilla a cometer un acto tan denigrante? A simple vista, nada podía justificarlo. Según las versiones que empezaron a correr de boca en boca, todo apuntaba a un posible arresto aplicado por el sargento al agresor, castigo que éste no supo asimilar. También se decía que todo había empezado por la negativa de Agapito a dar novedades a su sargento cuando éste se las pidió, postura que fue recriminada por el superior y ante lo cual, presa de la ira, el carabinero le disparó sin piedad. Otros decían que todo se debía a que la víctima le había negado al agresor un permiso que le había pedido. Todos buscaban una causa con la que explicar un crimen absurdo.
Profunda depresión
Una vez comunicados los hechos al gobernador militar de la plaza, éste transmitió la noticia al capitán general de la región «cuya contestación se espera, para saber si el juicio será sumarísimo, en cuyo caso el fusilamiento del citado carabinero sería dentro de dos o tres días». Agapito Zorrilla fue trasladado a la prisión de Portugalete donde se le tomó declaración. Este carabinero con más de veinte años de servicio y que tenía mujer y dos hijos, afirmó que había matado al sargento para darle un escarmiento y que no se arrepentía de nada.
Sin embargo, conforme pasaban las horas, su ánimo se vino abajo hasta quedar sumido en una profunda depresión. No quería comer ni ver a nadie. Finalmente, ahogado en lágrimas, pidió cambiar su declaración. En su segunda versión afirmó que no recordaba nada de lo ocurrido y que durante la mañana y primera hora de la tarde había bebido bastante vino. Pocos eran los que daban crédito a aquella amnesia provocada por un aplastante sentimiento de arrepentimiento que le hacía llorar como un niño.
A esa imagen de desesperación -la prensa describió con pelos y señales casi todo lo que el detenido hizo durante su estancia en prisión, incluido lo que comió, bebió y las horas que durmió- se unió el lamentable cuadro familiar que tenía el desgraciado: una mujer sin muchos recursos y dos hijos; el mayor, de 7 años, deficiente mental y el pequeño, con 5, ciego de un ojo.
El reo fue trasladado a la cárcel de Larrínaga el 3 de noviembre. Quienes fueron testigos de su traslado y primera estancia en el penal de Bilbao, coincidieron en que estaba hundido. Malcomía, dormía poco y no hablaba con nadie. Además su expresión era la de una persona ida, como desconectada de la realidad. «Hubo momentos en los que parecía idiota», llegó a señalar algún testigo. Era como si se hubiera resignado a su suerte que no era otra que la de morir fusilado.
El Consejo de Guerra empezó el día 4 en dependencias de la cárcel de Larrínaga. Allí fue donde, ante el tribunal nombrado al efecto, Agapito Zorrilla, por vez primera, narró los hechos que le habían llevado a reventarle la cara de un disparo a su sargento. Al parecer él había dicho a su superior que uno de los cabos robaba petróleo y vino de los barcos. Sin embargo, el sargento, tras hablar con el supuesto implicado, decidió arrestar a Agapito. Esto, y el hecho de que el citado sargento se dirigiera a él de malas maneras, hizo que se le subiera la sangre a la cabeza. El resto todo el mundo lo sabía. Él no quería matar a nadie. Lo que ocurría es que a veces era víctima de arrebatos violentos. Incluso a veces «había llegado á golpear á su mujer y sus hijos». La versión de los testigos completó y dio sentido a la del acusado. Efectivamente, él había lanzado una seria acusación contra un cabo, pero cuando el sargento le pidió que se lo dijese a la cara, se negó. De ahí que su superior decidiese arrestarlo.
Desequilibrado mental
A la defensa del procesado -además de hacer hincapié en sus 28 años, 8 meses y 25 días de servicio casi intachable- no le quedó más remedio que alegar locura. Según informes presentados por los doctores Areilza, Aldecoa y Carrasco, el carabinero era un desequilibrado mental con propensión genética a actos de locura. ¿Se podía condenar a un loco? Por ello, la defensa pidió su reclusión de por vida en un manicomio. Pero el fiscal no pensaba lo mismo. El caso era muy grave y no cabían atenuantes de ningún tipo. Pidió la pena de muerte y el pago de 1.500 pesetas a la viuda en concepto de indemnización. Conscientes de que las horas de aquel infeliz se acababan, algunas instancias realizaron gestiones para obtener el correspondiente indulto. El Ayuntamiento de Bilbao, la Cámara de Comercio, la Diputación, el Club Náutico, la Sociedad El Sitio, el Círculo Republicano y hasta el Ayuntamiento de Barcelona, unieron sus esfuerzos para evitar el fusilamiento. Fue inútil. La sentencia se cumplió el 9 de noviembre en el fuerte de Portugalete. Agapito Zorrilla fue fusilado ante miembros del Regimiento de Garellano, la Guardia Civil y Caballería, presentes allí para que comprobasen con sus propios ojos el precio que tenía la insubordinación y la locura.

lunes, 24 de noviembre de 2008

ANA MARIA CASTELLANOS Y DE PALACIOS


Hace unos años tuve el placer de intercambiar varios correos electrónicos con la autora de un trabajo en el que en uno de sus apartados se describían diferentes pasajes de la vida de una portugaluja singular. Una mujer fuerte en una tierra inhóspita en el siglo XVIII, La Patagonia.
La autora, Virginia Haurie, narra en su trabajo “Historias Reales de la Patagonia Invisible, Mujeres en tierra de hombres”, diversos sucesos que tuvieron a esta portugaluja como protagonista.
Tras la consulta en el Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia localizo a esta protagonista como nacida en Portugalete el 29 de Septiembre de 1750, hija de Andrés Castellanos Sánchez y María Antonia Palacios Lanzagorta.
Según la autora es una de las primeras cinco mujeres libres en asentarse en esta zona en 1779. Esta primera expedición civil se encontraba compuesta por 23 personas, las cinco mujeres citadas y sus respectivas parejas, dos niñas, sumando el total, hombres solteros en busca de fortuna.
Con anterioridad, la población femenina se resumía a la escasa presencia de cautivas e indígenas, cobrando especial importancia la presencia de las primeras colonas europeas ya que ponía de manifiesto el antiguo lema de la corona que “gobernar es poblar”.
La misma junto con el resto de colonos se instalara en el fuerte militar del “Carmen”. Las condiciones de habitabilidad son extremas siendo la residencia pequeños cobertizos construidos con juncos.
Ana María llega al fuerte ya casada con el Labrador Matías Legarreta y siendo madre de un pequeño hijo de nombre Joséf.
De una cultura poco habitual para una mujer de la época (sabía leer y escribir perfectamente) se verá inmersa en unos acontecimientos que perturbaran la normal existencia en este fuerte militar.


Posiblemente debido a esta cultura, a las condiciones extremas en el que se desarrolla la vida cotidiana o las condiciones familiares (su marido tenía una fuerte dependencia de las bebidas alcohólicas) puede que propiciara que se vea fuertemente atraída sentimentalmente por el herrero del fuerte siendo correspondida por este.
Los comentarios y murmullos en esta pequeña sociedad tan falta de noticias no tardaron en aparecer, llegando a oídos de su marido el cual la colocara grilletes en los pies para escarnio público de esta. Pero esta contundente medida resulta insuficiente cuando uno de los protagonistas de este suceso es el herrero del fuerte.
Esta relación será solo la punta de lanza de acontecimientos posteriores y que tendrá especial trascendencia en la vida futura de esta joven portugaluja.
Uno de los soldados del cuerpo de Artillería en este fuerte destacado y de nombre Bernardo Patruller se proponía desertar de este destacamento.
La huida por tierra resultaba extremadamente arriesgada, pero contaba con la colaboración de otro militar de nombre Aguirre el cual había prometido facilitarle caballos. Pero para conseguir estos animales era necesario tener dinero, un bien muy escaso en este fuerte.
En los mimos momentos en que se fraguaba esta huida, el herrero se ve involucrado en una pelea con un indígena de apodo “Capitán Chiquito” que resultara muerto a consecuencia de esta acción. El herrero será detenido y trasladado al bergantín “Nuestra Señora del Carmen” a la espera de la celebración del juicio, reclamando las autoridades del destacamento militar, la pena de muerte entre fuertes tumultos y algaradas protagonizadas por la población indígena.
La desesperación empieza a adueñarse de Ana María Castellanos la cual teme por la vida del herrero. A consecuencia de esto, la misma fragua un plan de huida para el herrero, contando con la ayuda del marinero del Bergantín Joséf de Castro, huiría del barco encontrándose con el propietario de los caballos, Aguirre, en un lugar determinado facilitando la fuga del mismo. Estaba todo pensado y los involucrados sobornados.
Matías Lejarreta, esposo de la portugaluja, despechado por los lloros de la misma a causa de la futura suerte del herrero además del apreciable embarazo que esta tenia fruto de las relaciones mantenidas con su amante, denunciara a la misma ante las autorices como inductora del creciente malestar que se vivía por parte de la población militar acusándola de provocar a los mismos a la deserción, tomando como ejemplo el conocido caso de huida de Bernardo Patruller.




El superintendente Francisco de Viedna hará prender a Ana María en su casa confinándola en un arresto domiciliario hasta la llegada del habilitado. Esta autoridad, Vicente Vázquez y Salgado, en el momento de personarse en el fuerte y junto con las colonas Francisca Longeras y Pascuala del Campo, ordena registrar la vivienda de Ana María en busca de pruebas que avalarían la tesis de la denuncia.
En el juicio, las personas sobornadas por esta y cómplices del intento de fuga del herrero del barco prisión declararan en contra de Ana María Castellanos, incidiendo en contra de la misma con el único ánimo de salvar sus vidas.
Tras un pleito lleno de habladurías y rumores, el juez condenara a Ana María a la pena de dos años de presidio en Uruguay.
Su marido fue así mismo expulsado del fuerte y condenado a la realización de trabajos a favor de la comunidad en un lugar donde no pudiera emborracharse.
Finalmente el herrero se salvo de la horca, quedando demostrado que de toda la historia, nuestra biografiada fue la peor parada.
Desconocemos que avatares vivió nuestra portugaluja y los sucesos de los que pudo ser protagonista tras su marcha de esta instalación militar, como finalizó su existencia y como una persona de su cultura se asentó durante una época en estas inhóspitas tierras.
Finalmente y como ilustración a esta entrada se insertan las imágenes de dos cartas que se conservan en los archivos argentinos escritas por Ana María con el apellido materno así como la portada del libro que ha servido de base para este articulo, trabajo que es fácilmente adquirible por internet y del que han realizado varias ediciones, libro que aconsejo la compra a los amantes de la historia de Portugalete y sus vecinos.
Agradecer a Virginia Haurie los datos facilitados y espero que esta portugaluja desapercibida hasta el momento de la crónicas de la villa, se la incluya en las relaciones de portugalujos que pasaron sus vidas fuera de su localidad. No solo emigraron marinos famosos, militares o clérigos, el pueblo llano fué el prncipal grupo de desplazados a las nuevas colonias.

GRABADOS E IMAGENES (1)

Antes de la existencia de la fotografía, la representación grafica de Portugalete aparecía en libros y publicaciones de manera esporádica. Los acontecimientos deportivos, políticos o culturales se representaban en las páginas de las revistas del momento acompañándolos con dibujos a grabados que facilitaban al lector una imagen cercana a la noticia periodística. Portugalete aparece durante el siglo XIX principalmente por dos causas, las guerras carlistas y los acontecimientos relacionados con la ría. Sitios y bombardeos, tropas y uniformes por una parte y regatas, barcos o acontecimientos de todo tipo por otra, ilustraron sobre todo a finales de este siglo distintos parajes de la geografía jarrillera.







Dentro del pequeño archivo que poseo he logrado reunir una pequeña cantidad de estas ilustraciones publicadas en varios países europeos. Portugalete aparece en revistas francesas, inglesas y alemanas sobre todo en los periodos bélicos del último cuarto de esta centuria.
En esta ocasión traigo a este Blog dos de los primeros grabados en los que aparece esta villa durante la primera Guerra Carlista. Los mismos datan de una publicación de 1842 y describen situaciones de años anteriores durante el citado conflicto.
Espero que gusten.

El texto que acompañan a estos grabados son: “Son embarcados en Portugalete varios facciosos” y “Un bergantín de guerra francés hace fuego sobre los facciosos”.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

FRAY JUAN BAUTISTA DE MOLLINEDO

Una de las figuras más relevantes que ha dado la villa de Portugalete a lo largo de todos estos siglos, y sin embargo más desconocido, es sin lugar a dudas el fraile Franciscano Fray Juan Bautista de Mollinedo, figura clave en la colonización de las tierras del suroeste mexicano así como descubridor de los nacientes territorios aun sin explorar durante el siglo XVI en el país azteca.
Mollinedo nace en la villa de Portugalete el año 1557. A temprana edad emigra a los territorios de Nueva España (México), donde motivado por su profunda fe religiosa ingresara en la orden franciscana en el convento de Acambaro (Guanajuato).
En esta comunidad, y como parte de su formación religiosa, estudiara varias de las lenguas indígenas del entorno, especializándose en el Otomi, idioma que llegara a hablar a la perfección.
Tras este periodo se trasladara al convento de San Juan Bautista de Xichú dentro de la provincia franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán. En esta congregación obtendrá la máxima representación con el cargo oficial de Guardián de la orden.
Regresa a España viajando nuevamente al nuevo mundo junto con un nutrido grupo de franciscanos el año 1601. De esta marcha se conservan en el Archivo de Indias de Sevilla el expediente de información y licencia de pasajero a Indias de Juan Bautista Mollinedo, fraile franciscano, a Perú. Fecha de la licencia 20 de Febrero de 1601.[1]
En 1607, y dentro de su labor misionera, se adentrara junto con otros miembros de su congregación, en la región de Rio Verde. De sus acompañantes cabe destacar a Fray Juan de Cárdenas, con el que descubrirá y evangelizara buena parte de estas nuevas tierras.

[1] Archivo General de Indias, Sección Contratación 5265, N.1, R35.

La expedición será extremadamente dura llegando a no tener más equipaje que sus propias rotas, como calzado sus pies desnudos y como alimento unas pequeñas tortas de maíz tostadas.
Llegaran al puesto o avanzada militar de Santa Catarina, dirigiéndose a Pinihuán, donde lograran reunir a varias familias de nativos creando una población. En este lugar construirán una pequeña capilla de paja para oficiar misa, primera construcción de los europeos en estas tierras. Esta zona se encuentra en el actual estado mexicano de San Juan de Potosí, siendo estas primeras familias indígenas pertenecientes a la etnia Maya.
Iguales hechos repetirán en la población bautizada con el nombre de “Lagunillas”, trasladándose posteriormente al llamado “Valle del Maíz” donde levantaran una iglesia además de un convento para la congregación. Esta última construcción ser edificada con muros de adobe y techo de paja y pintada con cal blanca.
Otro nuevo convento además de una nueva iglesia será construida en la localidad de Tula, estando considerado este lugar el segundo pueblo misión en la historia del país azteca.
Posteriormente, y continuando con este periplo, Mollinedo y sus compañeros permanecerán una nueva temporada en Santa Catarina reponiendo fuerzas, dirigiéndose tras este periodo hacia el norte hasta El Jaumave y prosiguiendo hasta el Nuevo Reino de León, ultimo paraje del llamado Río Verde.
En la primera expedición Mollinedo, Cárdenas y el resto de frailes que les acompañan se relacionaran con las distintas etnias y tribus que habitan la región, intercambiando conocimientos con Alaquines, Pames, Guachichiles, Pisones y un largo etcétera que sobrepasara la veintena de grupos indígenas.
En toda esta región los Franciscanos serán los primeros europeos en adentrarse y tomar contacto con los originarios pobladores locales.


Tras finalizar este primer viaje, Mollinedo y su expedición regresaran al convento de Acambaro donde darán cuenta a las autoridades religiosas, políticas y militares de las zonas descubiertas y las características de las mismas, solicitando autorización para el envío de más frailes con el propósito de evangelizar todos los pueblos descubiertos.
Entre otros Mollinedo se entrevista con el Marqués de Guadalcazar Virrey de Nueva España, al que nuevamente solicitara su colaboración para la empresa citada.
El Virrey encargara diversos estudios sobre lo descrito por Mollinedo y su grupo, encargando uno de los mismos a Fray Diego Muñoz, provincial de la congregación en las provincias de San Pedro y San Pablo de Michoacán y al Alcalde Mayor del pueblo de Queretano. El dictamen de ambos será favorable a las tesis expuestas.
Una de las incidencias que hace constar Mollinedo en todas las entrevistas que mantiene, es el excelente recibimiento de que es objeto por parte de todas las tribus con las que se tiene contacto.
Tras varios años de negociaciones y solicitudes, finalmente el 5 de Mayo de 1612 se obtendrá la licencia firmada por el rey Felipe II por la que se ordena proveer de todo lo necesario para la conversión de los indios del Rio Verde, Valle de Concá, Cerro Gordo y Jaumave.
Las primeras estimaciones cifraban que la población que se podría localizar estaría compuesta por unas 600 personas aproximadamente.
A pesar de la fecha de autorización real, el proyecto se irá demorando, teniendo que escribir varias veces Mollinedo al Rey. Una de estas misivas está fechada en 1616.
Finalmente en 1617 y valiéndose del patronazgo de la corona, se ordenara por parte del Virrey la construcción de iglesia y convento en la zona de Río Verde, con el estatus de Fundación, teniendo la representación y responsabilidad de estos lugares dos frailes de la congregación franciscana de Michoacán . Estos recibirán “como avío 150 pesos de oro común, 75 fanegas de maíz, ornamentos, campana, cálices, patenas, vinajeras, manteles, libro de canto y fierro para hacer ostias”.
Para facilitar el agrupamiento de la población y poder crear un núcleo rural, se ordena entregar a las tribus autóctonas “y por una sola vez, 200 fanegas de maíz, dos docenas de bueyes, cuatro docenas de rejas de arar, 50 vacas, dos toros, 200 ovejas y 100 cabras”. Del reparto se encargaran Mollinedo junto con D. Juan de Porras y Ulloa, Capitán y Alcalde Mayor de las minas de Xichú.


Entre los meses de Julio a Septiembre de 1617, Juan Bautista de Mollinedo, en presencia de los indios Chichimecas de la zona así como de los españoles de los asentamientos próximos, realiza varias ceremonias de fundación de localidades y parroquias, delimitando sus demarcaciones geográficas y dejando clérigos en las siguientes poblaciones:
1 de Julio en Santa Catarina Mártir de Río Verde, 6 de Julio en San Antonio de Lagunillas, 8 de Julio en Nuestra Señora de la Presentación de Pinihuán, 10 de Julio en San Felipe de Jesús de los Gomates, 15 de Julio en Nuestras Señora de la Purísima Concepción del valle del Maíz , 22 de Julio en San Antonio de Tula, 23 de Julio en San Juan Bautista de Jaumave, 29 de Julio en Nuestra Señora de los Ángeles del Monte del Alberne.
Durante el mes de Agosto se fundan el día 1 la localidad de Santa Clara, el 8 San Cristóbal de Rio Blanco. Finalmente en Septiembre se crearan las localidades de Santa María de Teotlán el día 4, el 12 San Pedro Mártir de las Alpujarras y el 22 en San Juan Tetla de Cerro Gordo.
Durante más de diez años, Mollinedo junto con otros miembros de su congregación recorrerá buena parte de esta zona de México, catequizando a indios Pames y Pisones entre otros y fundando diferentes congregaciones de su orden. Finalizara esta labor en 1627.
Como responsable franciscano de la estas nuevas tierras viajara a España intentando que la presencia franciscana fuese más relevante en estas regiones aun por explorar.
Obtendrá el mandato real por el que se le facultaba como representante de su orden junto con el responsable de la Compañía de San Agustín y el de la de Santo Domingo, en contra de la cédula por la que se privaba de sus exenciones a los religiosos a favor de los obispos.
Tras finalizar con los mandamientos reales cayó enfermo, falleciendo en el convento franciscano de Madrid en 1628.
Esta repentina muerte truncara todos los proyectos para poder adentrarse en otras regiones inexploradas del país mexicano. Los planes de Mollinedo era el afianzamiento de la fe cristiana en las nuevas zonas descubiertas, compaginándolo con el control administrativo, político y estratégico para la corona, teniendo además una mayor zona de influencia de su orden religiosa.
El proyecto final recogía la evangelización desde el Yucatán hasta La Florida.
Cabe citar que algunas de las poblaciones fundadas por este portugalujo se habían despoblado en 1637 fruto de asesinatos y asaltos producidos por revueltas indígenas.
Solamente tras la pacificación impuesta por el Capitán Gaspar Ibáñez de Argoitia y la prisión y ejecución de algunos de los cabecillas se llevo la paz a la comarca.
Tras la revuelta y para mitigar el malestar por las condiciones con las que se trataban a los indígenas por parte de los hacendados, se ordeno repartir por parte de las autoridades, tierras, agua, solares, además de carne de venado.


Algunas de las poblaciones fundadas por Mollinedo.

Como ya se ha descrito en la biografía de Mollinedo su principal labor y a la que dedico la mayor parte de su existencia es la fundación y evangelización de las tierras que comenzaban a descubrirse en el continente americano.
Las ceremonias de toma de posesión se desarrollaban de diferente manera aunque todas ellas tenían un mismo patrón a seguir.
El 1 de Julio de 1617 Mollinedo funda la misión de Santa Catarina Virgen, embrión de lo que será en el futuro un importante núcleo de población. Los actos de ceremonia comenzaran con la celebración de una misa en la iglesia de Vaharenque, tomándose posesión del lugar en nombre de la corona y delimitándose la demarcación geográfica en que debía de comprenderse. En su posterior viaje a España, Mollinedo realizara gestiones para que esta población tenga el estatus de “Custodia”, obteniéndose la cedula real para tal distinción el año 1621. (Se denominaba “Custodia” mandaba por un Custodio religioso compuesta por zonas indígenas sin evangelizar y misiones. El Custodio residía en la cabeza de la región, estando compuesta esta por un gran número de misiones).
A finales del siglo XVII, Fray Martín de Herrán será el sucesor de Mollinedo, convirtiendo la comarca en una zona prospera, ensanchando las fronteras y aumentando la Custodia con nuevas misiones.
Otra de las poblaciones fundadas por este portugalujo, Tula, se encuentra en el estado de Tamaulipas, antiguo nuevo Santander. El 22 de Julio de 1617 la expedición de Mollinedo llega desde La Sauceda en el estado de San Luis de Potosí. Portaban una imagen de San Antonio, santo que todavía se tiene como patrón de la localidad.
La pequeña representación franciscana se asentara en la falda sur del cerro bautizado como de La Cruz, reuniéndose con familias de las tribus Mascorros y Pisones. Estas personas, junto con las recién creadas misiones serán el embrión de esta población.
Como responsable de la administración de Tula, Mollinedo pondrá a Fray Diego de Espinosa, comprendiendo los términos de esta localidad desde “el puerto de Francia que cae al valle de las lagrimas, 8 leguas de dicho pueblo en contorno por parte de la jurisdicción del beneficio de Guadalcazar y por parte de Jaumave otras 8 leguas hasta el sitio que llaman de la Tinaja con todas sus vertientes y 4 leguas por la parte que nombran de Tanguachin”.
Como testigos de la fundación y firmantes del acta se encontraban los ciudadanos españoles Sebastián Jiménez, Pedro de la Fuente y Alfonso Cortes además de los capitanes D. Cristóbal, D. Pablo y D. Francisco, todos ellos propietarios de las rancherías de Chichimecas. Años después de su fundación, la población de Tula pasaría a depender administrativa y militarmente a la justicia de Valles.
Tras Fray Diego de Espinosa ocupara el cargo de administrador Fray Martín Herrán con el cual el desarrollo de la localidad aumentaría de forma espectacular, teniendo bajo su control a más de 10.000 pobladores de la etnia Chichimeca.
En la actualidad en esta localidad se pueden observa diferentes pinturas murales en sus calles en las que se recogen escenas de la fundación de la misma por Mollinedo y los frailes que le acompañaban.
Finalmente cabe citar la población de Santa Catarina Mártir de Rio Verde, fundada el 1 de Julio de 1617.
Esta población será administrada tras su fundación por Fray Juan de Cárdenas.
En 1621 se le otorgara el tratamiento de Custodia, pasando al de provincia libre en 1622. Al no poder cumplir con las condiciones necesarias, pasara nuevamente a ser Custodia hasta el año 1845.
Los primeros pobladores son las tribus autóctonas de Otomíes, Mascorros y Guachichiles.
10 años después de la fundación de Santa Catarina estos habitantes comenzaron a huir de la zona refugiándose en unas barrancas cercanas. Los malos tratos de que eran objeto por parte de algunos de los estancieros españoles así como la falta de alimentos propiciaran un fuerte éxodo de la comarca.
A pesar de los distintos mandamientos de la Real Audiencia así como las diferentes órdenes promulgadas para conservar de forma pacífica las tierras de estas tribus, las mismas no se cumplían.
En 1674, ya se había levantado la Iglesia, el convento y la casa del Capitán protector, mientras las viviendas de los indígenas se encontraban separadas entre sí, sin calles, y construidas sin orden y de forma anárquica. Tiempo después Martín de Mendealde, Capitán del lugar, ordena que todas las viviendas de la población aborigen se edifiquen alrededor de los edificios principales tomando como base el convento y la iglesia.
A finales del siglo XVII los habitantes se contaban en unas 60 familias de Otomíes por 6 de Chichimecas.
En la década de 1680 a 1690 las congregaciones religiosas trabajaran en la defensa de los indígenas contra los abusos de los hacendados, los cuales en esta época se dedicaban a invadir las tierras de los autóctonos, exigiendo servicio personal, pasando en casos extremos al secuestro de los indios y su posterior venta como esclavos en localidades como Puebla.
En 1743 se comenzó a construir la actual iglesia parroquial. 34 años más tarde (1777) se finalizaban las paredes de la misma además del techo de Zacate. Entre 1825 a 1835 se cerraran las bóvedas finalizándose la torre.
La figura de custodia en esta localidad finalizara a mediados del siglo XIX entrando el clero diocesano a suplir el puesto de los misioneros.
Hoy en día en Santa Catarina y frente a la parroquia, en la plazoleta de la fundación existe una estatua de Fray Juan Bautista de Mollinedo.
Así mismo también hay un colegio con el nombre de este Portugalujo en la calle Gabriel Martínez bajo la dirección de las religiosas Hijas del Sagrado Corazón y Santa María de Guadalupe.


lunes, 17 de noviembre de 2008

EL CAPITAN GREGORIO DE UGARTE






Consultando el Blog del Mareómetro he observado la posible edición dentro de sus Cuadernos Portugalujos de una biografía del portugalujo Gregorio de Ugarte .En varios Blogs, sobre todo en el del investigador Goio Bañales se citan diferentes apartados de la vida del Capitán Gregorio de Ugarte, armador Portugalujo que conquistó la isla Dominica en el pasado siglo XVI..
Dos de los principales investigadores que mayor conocimiento tienen sobre la figura de Gregorio de Ugarte, Oscar Álvarez Gila, profesor de historia de América en la U.P.V. , gran amigo y mejor portugalujo y Goio Bañales, gran persona y también gran amigo e historiador y posiblemente el autor con más conocimientos de la historia de la villa durante el periodo en que vivió el Capitán Ugarte, han aportado datos del mismo, el primero en una conferencia en los salones del Hotel hace unos meses y el segundo en su blog, en la actualidad órgano de difusión de obligada lectura de todas las personas que sentimos un especial interés por la historia de Portugalete.
Quiero desde estas líneas aportar un pequeño grano de arena al conocimiento general sobre la vida de este armador y Capitán portugalujo aportando diferentes documentos relacionados con el mismo los cuales pueden servir para ilustrar las páginas dedicadas a este armador en la publicación del Mareómetro. Si me gustaría que en la edición se citara la procedencia de los mismos en caso de ser utilizados.
En primer lugar se aporta la imagen de la primera pagina del informe en que se da cuenta de la conquista de la isla Dominica, que se guarda en Sevilla en el archivo de indias dentro de la sección de Patronato y con signatura 18,N.11,R.1.
El segundo documento se trata de la primera página de las 37 de que se compone el legajo de los meritos del Capital Gregorio de Ugarte que también se conserva en el Archivo de Indias de Sevilla con signatura Patronato 262, R.8. En este documento se cita su origen portugalujo así como varios acontecimientos del mismo relacionados con su villa natal.
Otro de los documentos en los que se puede encontrar a Gregorio de Ugarte es el Parecer de Juan Ortiz de Monesterio, sobre la conveniencia de disponer naos en Vizcaya, Guipúzcoa y las cuatro villas de la costa del mar Cantábrico. En el mismo se encuentra una relación de Gregorio de Ugarte de las naos que hay en dichos parajes en esas fechas (1574). Signatura del Archivo General de Indias, Patronato, 259, R. 53.
Gregorio de Ugarte mantuvo varios pleitos y solicitudes reclamando diferentes cantidades monetarias por sus actividades propias de su oficio. En el archivo General de Indias se conservan varios de los mismos. Se puede citar sobre la petición del capitán Gregorio de Ugarte,” que pretende se le debe cierta cantidad en el pleito que ha tratado con el fiscal de su majestad y oficiales de Sevilla, y por estar ya sentenciado, no hay lugar a lo que pide. R.: 'Aunque esta bien esto, lo sera que se vea si havra alguna cosa en que hazelle merced.'”
A este documento acompaña otro sobre la petición Gregorio de Ugarte, remitida al Consejo el 18 de enero de 1579. Y una relación de lo ocurrido en el pleito de Gregorio de Ugarte de 2 folios. Signatura Archivo General de Indias, Indiferente, 739, N.189.
También en este archivo podemos encontrar documentos relativos al Capitán Gregorio de Ugarte sobre “la merced al Capitán Gregorio de Ugarte de 50 licencias de esclavos para Nueva España”. El mismo data del 30 de Junio de 1579 y la signatura de consulta es Sección INDIFERENTE,739,N.196.
Con la consulta de diferentes documentos que se encuentran en el citado archivo sevillano, se puede describir la vida de nuestro vecino, como en 1569 se encontraba avecindado en Sevilla como tuvo un galeón de nombre “Los Tres Reyes” que navegaba por las aguas de Nueva España a mediados del siglo XVI.
En otros archivos estatales también hay diferentes documentos relacionados con el Capitán portugalujo que complementan a los anteriores y que dan datos de sus negocios, actividades y pleitos durante la viajera vida del Capitán Gregorio de Ugarte.
El orden de las imagenes es de abajo hacia arriba.

domingo, 16 de noviembre de 2008

DEPORTIVA NAUTICA DE PORTUGALETE (2)







En la anterior entrada no fué posible poner las fotografias que al final del texto se citaban. En esta pequeña introducción, mostramos las imagenes citadas, personas y simbolos arraigados en la historia de esta institución jarrillera.

sábado, 15 de noviembre de 2008

DEPORTIVA NAUTICA DE PORTUGALETE.60 ANIVERSARIO




El 24 de Abril de 1948 un grupo de portugalujos fundaba en nuestra localidad la Deportiva Náutica de Portugalete, una sociedad que 60 años después ha aportado a la villa una reconocida labor con un importante palmares deportivo.
Si bien la fundación es del año citado, desde principios del siglo XX, los portugalujos nadaban compitiendo en la ría o jugaban partidos de Waterpolo en las inmediaciones de la plaza del Solar.
Es posible que la Náutica naciera con el propósito de aglutinar a los participantes de diferentes prácticas deportivas que tuvieran relación con el agua. Algo no muy conocido en la villa es que un año después de su fundación, un grupo de bogadores de la Sociedad Náutica de Portugalete ganaba en Avilés el Campeonato de España de Bateles celebrado en esta localidad asturiana los días 29 y 30 de Octubre de 1949. El tiempo efectuado por la representación portugaluja fue de 10 m. 07 segundos.
Desde su fundación hasta nuestros días, los nadadores de la Náutica han participado en infinidad de competiciones, en algunas ocasiones cosechando triunfos y en otras participando con gran esfuerzo, fomentando el espíritu deportivo.
En 1972 el nadador Ángel Santamaría de la Deportiva Náutica de Portugalete ganaba el Descenso de la ría de Navia en Asturias, repitiendo triunfo el nadador jarrillero Javier Meléndez en 1983 en la misma competición.
El pasado año 2007 los representantes de la Náutica quedaron Campeones 1ª división Euskalherria de waterpolo categoría absoluta. Otro de sus nadadores, Erik Mangas, quedó campeón de España en 100 metros mariposa, seleccionado para el campeonato de Europa Escolar. En los Campeonatos de Bizkaia de invierno categorías infantil/juvenil, la representación portugaluja obtuvo 21 medallas de oro, 6 de plata y 6 de bronce, mientras en los Campeonatos de Euskalherria de invierno infantil/juvenil se obtuvieron 5 medallas de oro, 3 de plata y 7 de bronce.
Uno de los principales baluartes humanes que dispone la Deportiva Náutica es sin lugar a dudas Alfredo Meléndez, entrenador y miembro de esta institución desde hace más de tres décadas. Lo ha sido todo en la Náutica, nadador desde los nueve años, entrenador, directivo y alma y espíritu de este importante club.
Sirvan estas líneas como homenaje a la labor que se desarrolla en esta institución, fomentando el espíritu deportivo y de equipo en una sociedad cada vez más tecnológica e individualizada.
Junto a estas líneas varias fotografías de todas la épocas en las que se puede observar a nadadores y representantes de este club así como un pequeño cartel conmemorativo realizado por este autor. En una de las imágenes en primer término el nadador Ignacio Olabegoya en una competición en Asturias, Jóvenes de la Náutica practicando waterpolo, el escudo de la institución y varios miembros como Alfredo Meléndez y Erik Mangas.

lunes, 10 de noviembre de 2008

EL GENERAL CASTAÑOS Y PORTUGALETE




Este año, la sociedad Filatélica de Portugalete ha dedicado su muestra bianual al General Castaños, militar originario de la villa jarrillera que venció en la batalla de Bailén a los ejércitos napoleónicos. En el bicentenario de este acontecimiento nos ha parecido interesante acercar en este blog la figura de este General así como su vinculación con la N. Villa de Portugalete.
El origen portugalujo del General Castaños le viene por la rama paterna y más afianzada por la materna de este, abuelos del general. Su abuelo originario de Galdames (Francisco de Castaños y Montellano 29 de Marzo de 1666) se asiente en Portugalete donde se casa el 17 de Mayo de 1712 con Agustina de Urioste y Larrazábal (hija de Pedro de Urioste y de María Concepción de Larrazábal). De esta unión vendrá al mundo el padre del general, Juan Felipe de Castaños y Urioste (Portugalete 25 de Junio de 1715). En 1743 el portugalujo Juan Felipe de Castaños es corregidor de Galdames siendo con el tiempo Ordenador de los Reales Ejércitos. Organizó a sus expensas un ejército de más de 600 personas, siendo nombrado con posterioridad Embajador Extraordinario en la ciudad de Palma, negociando en nombre del Rey Felipe V el canje de prisioneros y la liquidación de las cuentas originarias de la guerra.
El 17 de Febrero de 1757 contrae matrimonio con María de Aragorri y Olavide (viuda de Manuel de las Casas, Caballero de lo orden de Santiago). De este matrimonio nacerán Francisco Xabier de castaños y Aragorri (Madrid 22 de Abril de 1758) y María de Castaños y Aragorri (La Coruña 8 de Octubre de 1759). María se casara con el tiempo Francisco Luis de Carondelet rama que heredara los títulos nobiliarios de Francisco Xavier de Duque de Bailen y Marques de Portugalete al morir este sin descendencia.
Castaños fue un militar muy valorado y longevo falleciendo en Madrid en su domicilio de la calle del Barco a la avanzada edad de 95, el 24 de septiembre de 1852.
Sirva esta primera entrada para acercar el origen portugalujo de Castaños, habrá más en un futuro con documentos y textos relacionados con el padre del militar y con el general vencedor de las tropas napoleónicas en Bailén.

sábado, 8 de noviembre de 2008

GUMERSINDO URQUIOLA ALLENDE









Continuando con la biografía de portugalujos en otras latitudes, en esta ocasión traigo a este blog a Gumersindo Urquiola Allende, indiano que se afinco en la isla de Cuba el pasado siglo XIX.
Quiero agredecer a Narciso Urquiola la aportación de las fotografias que ilustran este trabajo el cual forma como en el caso anterior, parte de una monografía inedita hasta este momento.
Apolonio Gumersindo Urquiola Allende nace en Portugalete el 9 de Febrero de 1835. Hijo de Pedro José de Urquiola y Urruzuno y María de Allende e Ibarra. Su progenitor fue miembro del consistorio Portugalujo durante el periodo Isabelino tras la finalización en la villa de la primera guerra Carlista. Se tiene conocimiento que el mismo tuvo una actitud destacada durante el primer sitio Carlista al impedir la invasión de la localidad por vía marítima tras colocar en la bocana de la ría una fuerte barricada de lanchas que frenó la entrada de las naves insurrectas. Merced a estos servicios será premiado con la gracia de poder estudiar tanto él como todos sus descendientes en cualquier universidad del país de forma gratuita.
Realizó estudios de náutica, navegando en varios barcos de mercancías desde los puertos nacionales hasta las colonias españolas en el nuevo mundo. Llegara a tener con tiempo el cargo de Capitán en las naves en las que navega.
Sobre 1860 se traslada de manera definitiva a Cuba instalándose en la localidad de Holgin. En esta zona conoce a la que será su esposa Emilia Roldan de la Cruz, hija de un intermediario en el negocio de la trata de esclavos. Fuentes cercanas a la familia han indicado que existe la posibilidad más que posible que en los primeros años de su estancia en la isla caribeña, Gumersindo se hubiera dedicado a la trata de esclavos.
Tras contraer matrimonio se trasladara junto con su esposa a la localidad de Gibara, donde nacerán sus 11 hijos.
En este lugar invertirá parte del dinero que había ganado convirtiéndose en empresario panadero. La producción de la empresa “La Gibareña” estaba dedicada a la fabricación de pan y galletas, dedicándose toda la elaboración casi en exclusividad a la alimentación del ejército insular destacado en la isla. Inventó un tipo de harina de rico poder alimenticio de nombre “Bananina” con la que fabricaba sus populares galletas. Gumersindo solicitara la patente de invención de esta harina en 1889 ante las autoridades correspondientes, así mismo solicitó otras patentes de invención de diferentes objetos construidos por el mismo, a destacar la de una Bomba Hurtoidraulica. En la fábrica panadera trabajaban a las órdenes de Gumersindo más de 100 empleados.
Falleció el año 1908 destacando sus restos mortales dentro del panteón familiar en la localidad de Gibara. . Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia. Microfilm 9-597-04 9-01-598. Libro de Libro de Bautizados 1803-1839. F. 240 r. De la Parroquia Santa María de Portugalete. Sig. 3047/001-00. Archivo Histórico Nacional. Sección Ultramar, 127. Expediente 24, y Ultramar 131, Expediente 9. Archivo General Militar de Segovia. Sección Nº1, Legajo U-306.
Las imagenes corresponden a la familia Urquiola al completo, con las feminas y con los varones y en su despacho de trabajo. Gracias nuevamente Narciso por tu colaboración.

viernes, 7 de noviembre de 2008

FAUSTINO DIEZ GAVIÑO (3)












En la entrada anterior comentaba como de la imaginación de Gaviño había salido la primera enseña representativa de todos los vascos peninsulares, mostrada en público en Paris durante los actos de homenaje a Víctor Hugo en el 80 aniversario.
En esta ocasión acerco la imagen de esta bandera tal como se conserva en un manuscrito redactado por una de las personas que la portaron en su momento y varias imágenes de la misma según diversas interpretaciones, así mismo la primera portada del Laurac-Bat tras el fallecimiento de Gaviño además de uno de las primeros ejemplares de esta publicación en 1886.

FAUSTINO DIEZ GAVIÑO (2)














Continuando con la vida de uno de los poetas más celebres nacidos en Portugalete, en la siguiente entrada aportamos más datos y documentos relacionados con la vida de este autor.
Como ya citamos, la principal actividad por la que es reconocido en el futuro este poeta y escritor fuerista jarrillero, es por sus versos, su amor a su Portugalete natal y a los fueros vascos y sobre todo por tener en todo momento en su pensamiento a su madre Rosario a la que dedica gran número de sus poesías.
Durante su etapa literaria peninsular colabora con en el periódico santanderino “La Abeja Montañesa. En esta ciudad ostenta durante un periodo la presidencia del Casino Montañés. Tras su emigración a la gran Antilla, en Cuba desde pocas fechas después de su llegada participa con diferentes artículos y poesías en diarios como “El Don Circunstancias” semanario satírico editado en La Habana por Juan Martínez Villegas que se calificaba como “semanario de todas las cosas y de otras muchas más”, “La Patria”, “La Voz de Cuba”, “El Demócrata” y “La Iberia”.
Tanto la residencia como el trabajo en la compañía consignataria se lo facilita su tío abuelo Manuel Calvo y Aguirre, importante hombre de empresa afincado desde temprana edad en la isla caribeña. Diez Gaviño, le indica en carta fechada el 25 de mayo de 1881 a su gran amigo Marcelino Menéndez Pelayo su presencia en Cuba indicándole así mismo que su dirección para recibir correspondencia era Sres. M. Calvo y Cía. para Faustino Diez Gaviño- Habana.
En la consignataria de Manuel Calvo, Gaviño se dedica a labores propias de la administración del negocio a las ordenes del también portugalujo y mano derecha de Calvo, Otaduy.
Becerro de Bengoa en un pormenorizado artículo dedicado a Gaviño tras su fallecimiento publicado en “La Ilustración Española y Americana” el 22 de Marzo de 1895, indica la existencia de un tomo en el que se recogen sus poesías más antiguas así como las de su amigo, el también poeta Aurelio Piedra y prologo de Villegas.
En Cuba ostenta el puesto de Vicepresidente de la Sociedad de Escritores de Cuba, otorgándole el Casino Español de La Habana un premio por su oda a Santa Teresa de Jesús. Esta institución editará con el tiempo una de las poesías de Diez Gaviño dedicada a la patrona de Vizcaya, La Virgen de Begoña, con el retrato del autor de esta composición en la portada.
A su muerte la prensa cubana se hizo eco de su fallecimiento otorgándole un gran número de elogios. Diarios de todo tipo de ideologías como “La Unión Constitucional”, “el Diario de la Marina” o “La Discusión” se refieren al mismo como “Escritor fácil y elegante y poeta tierno, espiritual, inspiradísimo”, “Sus producciones, tan solicitadas como aplaudidas, nacían casi siempre al calor de una demanda persistente y tenaz que alguna vez era preciso convertir en verdadera persecución para que obtuviese el fruto codiciado”.
Todos coinciden en destacar de Gaviño su irreductible defensa de los fueros vascos, algo que queda suficientemente demostrado si se siguen sus artículos en el semanario fundado por él y órgano de expresión de la colectividad euskara en la isla de Cuba: “Laurac-Bat”. De su ingenio nacerá la primera enseña representativa de los vascos peninsulares, mostrada en público el 27 de Febrero de 1881 en París durante la fiesta cívica en el 80 aniversario de Víctor Hugo.
Tras su fallecimiento, su cadáver fue sepultado en el panteón de la sociedad Vasco Navarra como ya se ha comentado en la anterior entrada, trasladando años después sus restos mortales hasta su Portugalete natal siendo enterrados en el panteón de su familiar Brígida Calvo.
Su hermano Ernesto participa con unos versos en la revista portugaluja del siglo XIX “Patria”.
En las imágenes que acompañan al texto, el último artículo de Gaviño en la prensa cubana, bandera vasca de 1881, portada de su libro de poesías, poesía del hermano en la publicación “Patria” de finales del siglo XIX y fragmento de “La Ilustración Española y Americana” en que se da un pequeño repaso a la vida del poeta portugalujo.

lunes, 3 de noviembre de 2008

FAUSTINO DIEZ GAVIÑO










Dentro de este Blog se irá acercando a todos los lectores diferentes pasajes de la vida de muchos portugalujos o descendientes de estos que pasaron la mayor parte de su vida fuera de su localidad. En esta ocasión el protagonista de esta entrada es el poeta y escritor Faustino Diez Gaviño, reconocido con el tiempo por sus paisanos con el nombre de una calle en su Portugalete natal.
Esta biografía forma parte de un trabajo sobre la presencia de indianos portugalujos en todos los continentes y está registrado y sujeto a los derechos de autor que marca la ley. Para su reproducción solicitar permiso al correo electrónico de este blog.

Faustino Gonzalo Diez Gaviño nace en Portugalete el 9 de Enero de 1852, sus primeros años trascurren en esta localidad hasta el fallecimiento de su padre Luis Díaz Sopeña, momento en el que se traslada junto a toda la familia hasta Cantabria, región de la que era originario su progenitor. En esta provincia vivirá hasta bien entrada su adolescencia, trasladándose con posterioridad hasta Barcelona donde realiza estudios de Ingeniería Industrial. Al parecer al joven Gaviño le costó lo suyo sacar adelante sus estudios ya que en el número 243 del “Porvenir de la Industria”, el Ingeniero Industrial Mecánico de la promoción de 1875 narra en un artículo titulado “Viaje alrededor de un empleo. Historia de un Ingeniero Industrial (apuntes joco-serios)” de una manera desenfadada su relación con los estudios de matemáticas dentro de la carrera que realiza. De este articulo puede destacarse el siguiente texto: “ A fuerza de trabajo y paciencia fui logrando meter en la cabeza aquellas raíces cúbicas de polinomios, aquellas ecuaciones trascendentes, aquellas integrales y diferenciales, aquel péndulo cónico, aquel plano tangente a un cuerno de vaca, y esos miles de millares de teoremas y formulas cuya digestión es tan pesada y costosa. Y entré en la Escuela”.
Antes de su partida contaba con importantes amistades dentro del mundo cultural, encontrándose correspondencia del mismo con Menéndez Pelayo
En 1880 y con 28 años, decide trasladarse a Cuba, fijando su residencia en la capital de la isla.
Desde el momento de llegada es contratado con su Tío Abuelo Manuel Calvo, pasando a encargarse de algunas actividades relacionadas con la prensa local. Con el auspicio de su familiar, funda en La Habana en 1886 el periódico “Laucak-Bat”, órgano de difusión de la colectividad vasca de la isla. Aparte de la dirección de este semanario ostenta el cargo de Redactor Jefe de “El Progreso Comercial”. Además de los versos y de la escritura, lo que más le gusta durante su estancia en la isla es la vida bohemia. Se cuenta de el que pasaba las mañanas en las terrazas del café Albisu y las noches en los teatros habaneros, siendo las mesas de estos locales su improvisada oficina de trabajo. Se dice así mismo que en una ocasión se le ofreció la dirección de un periódico en la localidad de Colón dentro de la región de Matanzas, no aceptando el puesto al enterarse que en esta ciudad no había teatro.
En Junio de 1888 decide regresar hasta Portugalete pero la estancia en la villa dura poco ya que al poco tiempo decide retornar nuevamente hasta la isla de Cuba. En 1894 el editor Cubano Ruiz le anima a recopilar su dispersa obra dentro de un volumen, trabajo que no llega a ver a pesar de su publicación debido al fallecimiento de Diez Gaviño el 10 de Febrero de 1895. En 1899 y dentro de los números 36 y 38 de la Biblioteca Bascongada de Fermín Herrán son reeditados parte de sus versos.
Su cadáver descansara en la bóveda Nº6 del panteón de la Asociación Vasco-Navarra de La Habana hasta el año 1900, fecha en la que le solicita a Pedro de Orue la realización de los trámites para la repatriación del mismo. Las gestiones se realizan con prontitud siendo entregados los restos ese mismo año, a su hermano Ernesto Diez Gaviño para ser sepultados en el cementerio Jarrillero.
El año 2004 la revista cántabra Altamira, publicó el artículo de Diez Gaviño titulado “Viaje alrededor de Santander en 25 minutos”.
Junto al texto, la única imagen que se conserva de Gaviño publicada por la Vasconia en Buenos Aires a finales del siglo XIX, Cabecera del Laurac-Bat de La Habana en la que se puede observar la fundación del semanario por parte del autor portugalujo, documento de la asociación Vasco-Navarra de Beneficencia en el que se recoge el cargo honorifico en esta institución y el último poema publicado por este autor.