martes, 28 de enero de 2014

ÁNGEL CONDE-PELAYO URRAZA, ADMINISTRADOR DE LOS HOSPITALES MILITARES DE PORTUGALETE DURANTE LA GUERRA CIVIL.




De la saga familiar de los Conde-Pelayo, tal vez el menos conocido de la misma sea Ángel Conde-Pelayo Urraza, hijo de Juan José Conde-Pelayo y como el resto de los miembros de su familia, una persona muy comprometida con las labores sociales a favor de la comunidad.

Ángel nació en Portugalete el 1 de octubre de 1891. Desempeño en su juventud diversos oficios, viajando hasta Argentina en busca de nuevas experiencias. Al parecer este periplo americano no fue del agrado de Ángel, regresando a Portugalete nuevamente.

En 1927 contrae matrimonio con Juana Cruz con la que tuvo cinco hijos, Evelio, Diana, Ulises, Ceres y Juno. Evelio murió a los dos años de su nacimiento.   

Militante de Izquierda Republicana, durante la contienda civil ocupó diversos cargos dentro del campo sanitario, siendo administrador de los hospitales militares situados en el Palacio Gandarias de Portugalete así como del Hospital San Juan de Dios y Palacio Oriol de Santurce.

Durante este periodo su intervención viene avalada por gran número de informes en el que reconocen su meritorio trabajo, intentando que los hospitales bajo su administración contaran con los mejores medios de todo tipo, tanto en el campo sanitario como humano y alimenticio.

La falta de materiales en esta época de estrecheces hacen que su trabajo se centre en la obtención de alimentos y materiales de todo tipo, teniendo que intervenir en diversos conflictos propios de las relaciones que se producían en esas fechas en los lugares bajo su administración.

A la caída de la villa de Portugalete logra trasladar a su esposa junto con sus hijos a Francia. Según el testimonio aportado por su sobrina Leonor en uno de los cuadernos que editó en el pasado la Sociedad de Estudios Fray Martín de Coscojales, durante la voladura del Puente Vizcaya todavía se encontraba en la villa Ángel Conde-Pelayo. 




La huida se efectúa a través de Cantabria. Ángel logra embarcar a su familia en un barco cargado de refugiados que parte del puerto de Santander sin conocer ni el destino ni la ubicación de los mismos en un futuro.  

Se reunirá con ellos en el país galo, trasladándose posteriormente toda la familia hasta Barcelona, territorio que por esas fechas todavía se encuentra bajo la influencia del gobierno de la república.

Tras la toma de la capital catalana por las tropas insurrectas, Ángel junto con su esposa e hijos, se traslada nuevamente al país galo, asentándose en Romorantín.

Tras la invasión alemana de Francia, Ángel Conde-Pelayo junto con el resto de su familia, fija su residencia en Chelles-Sur-Marne.

A pesar de mantener cierta vinculación con las autoridades del Gobierno Vasco en el exilio, tanto Ángel como el resto de su familia sufren una vida muy dura marcada por la escasez y las estrecheces propias del exilio.

A su llegada a Francia es internado en el Campo de Concentración de Bois-Brule, recibiendo solo en una ocasión cierta ayuda de una organización francesa encargada de socorrer a los refugiados españoles que en esas fechas se encuentran en el país galo.

En 1948 solicita ayuda a Jesús María de Leizaola explicándole las vicisitudes por las que pasa, tanto el como el resto de los miembros de su familia. La única ayuda que recibe es por parte de su hermana Leticia.    

En Francia desempeña diferentes trabajos remunerados en cines, cafés o tabernas, sueldos que no dan para vivir de una manera desahogada en esas fechas.   

Fallecería en Francia en 1967.

Una de las hijas de Ángel, Ceres, se trasladará con el tiempo a Italia, contrayendo matrimonio en el país trasalpino, formando una saga que todavía continua en este país.

Junto a estas líneas y de manera ilustrativa, diversas imágenes relacionadas con este miembro de la familia Conde-Pelayo.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.



jueves, 23 de enero de 2014

EL ESCRITOR PORTUGALUJO FAUSTINO DÍEZ GAVIÑO Y SU PARTICIPACIÓN EN DIFERENTES TRABAJOS LITERÁRIOS.



Si habría que destacar a un literato nacido en nuestra localidad y que tuvo una especial trascendencia durante el pasado siglo XIX habría que hablar sin lugar a dudas de Faustino Díez Gaviño, poeta portugalujo que paso la mayor parte de su vida en Cuba trabajando en las empresas de su tío abuelo Manuel Calvo y Aguirre.



Gaviño funda en 1886 el periódico Laurac-Bat, órgano de información de las colectividades vasco navarras de Cuba así de las sociedades benéficas dependientes de estas.



Su vida en Cuba transcurre entre su trabajo remunerado en la casa consignataria M..Calvo y Cía. y la vida bohemia repartida entre las terrazas, teatros y el mundo literario habanero.



La mayor parte de su producción literaria se encuentra dispersa en diferentes medios escritos, destacando su trabajo publicado en La Habana en 1895 y titulado “Versos” y publicado en la Imprenta y Papelería “La Universal” de Ruiz y Hermanos y reeditado años después en el Tomo Nº 38 de la Biblioteca Vascongada de Fermín Herrán el año 1899, cuatro años después de su fallecimiento.



Aparte de sus obras poéticas, sus columnas periódicas tanto en el Laurac-Bat como en otros órganos informativos de la isla, Gaviño participa en varios libros sobre diferente temática.



Junto con el poeta Aurelio de la Piedra publica en 1884 un completo trabajo poético, pudiéndose encontrar una colaboración del mismo en el libro “Los Iconoclastas o Coro de Conspiradores” obra publicada en La Habana en 1892 relativa a los convulsos momentos que vive en esas fechas la isla caribeña.



Gaviño realiza un pequeño apéndice dentro del mismo, 5 páginas en forma de carta dirigida a Nicolás Suárez Inclán, autor habanero del libro “Reformas y Reformistas, Juicio Crítico Contra las Mismas” publicado en Cuba en 1893.



En la entrada de hoy acerco esa nueva faceta desconocida de Faustino Díez Gaviño, su participación en los escabrosos temas políticos de la isla en esas fechas, pudiéndose apreciar junto a estas líneas las páginas realizadas por el poeta portugalujo.



En los últimos años del Laurac-Bat se pueden apreciar distintas opiniones vertidas a través de este medio de comunicación sobre la insurrección en la isla, pero si bien aparece como fundador en la portada Faustino Díez Gaviño, se realizan en fechas posteriores a su fallecimiento.



Junto a esta entrada, aparte de la referida colaboración en la obra citada, inserto las portadas de algunas de las publicaciones y obras realizadas por este importante poeta jarrillero, acompañando a las mismas distintas imágenes de este poeta portugalujo.



Una nueva aportación para conocer más en profundidad la vida y el trabajo de este importante escritor del siglo XIX.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.