domingo, 30 de diciembre de 2012

EN HOMENAJE AL PEQUEÑO COMERCIO DE PORTUGALETE




Una de las últimas entradas de este año que finaliza quiero dedicarla al pequeño comercio de la localidad, esas tiendas tradicionales que durante décadas dieron vida y color a todas las calles de nuestra villa.

Portugalete ha contado desde hace siglos con un importante tejido comercial.  Solo hay que retrotraernos un poco mirando al pasado pasado para poder percatarnos de la importancia que tuvo este sector en el desarrollo de la villa. Pequeños empresarios aportaron esfuerzo, riqueza y puestos de trabajo, el comerciante del barrio era mucho más que una persona que nos vendía la “gaseosa” en el pasado, era un vecino más que conocía como nadie los entresijos de cada calle, que mantenía el espíritu y la identidad de núcleos de población y que se acordaba hasta de nuestro cumpleaños.







Hoy en día el pequeño comercio de nuestra localidad está en una situación muy precaria. Los políticos, verdaderos responsables de una crisis que atenaza a los más pobres, solo se preocupan de mantener sus privilegios, de que sus más allegados puedan beneficiarse de este entramado organizado y dirigido por esta casta social y de que a ellos y sus amigos no les falte de nada a pesar de la que esta cayendo.  

Causa estupor observar el gran número de comercios que se encuentran cerrados en toda la localidad y más concretamente en la zona del casco viejo, autentico corazón de la villa mientras estas castas no han perdido ni uno solo de sus privilegios.





No ha habido ni un plan de captación turística a pesar de las joyas históricas que nos rodean. Desde la basílica de Santa María Monumento Nacional de Euskadi, el Puente Vizcaya Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO u otros edificios emblemáticos como el Museo Rialia, la Torre Salazar o el edificio de la antigua estación de ferrocarril bien remodelado y con unas dependencias que pudieran acoger objetos de su pasado, son un aliciente para diferentes viajeros en busca de un pasado fácilmente de apreciable.





Nuestros vecinos de Getxo reciben anualmente a miles de viajeros en un gran número de trasatlánticos que visitan nuestras costas, de todos estos, pocos pasan la ría para darse un paseo por nuestra villa. Que vengan depende de un trabajo desde el consistorio en el que personas que entiendan de cultura y de promoción empresarial sepan captar y “vender” nuestro urbanismo, monumentos e historia a los operadores turísticos. La llegada de visitantes regeneraría el mundo comercial portugalujo, creando puestos de trabajo y dando vida a calles que en el pasado estaban llenas de tiendas y en la actualidad son un desierto de persianas cerradas y de cristales sucios.




A lo anterior hay que añadir diversas decisiones tomadas desde la Concejalía de Cultura que no ayudan en nada en fomentar el consumo en los establecimientos hosteleros de la localidad. Una de las más sonadas que se ha dado hace escasos días ha sido el pasar de la tarde a la mañana el desfile del Olentzero y eliminar del programa el acompañamiento a la comitiva de la Banda Municipal de Música. 




Los miles de personas que se agolparon el pasado año a lo largo de las calles del recorrido y que muchas de ellas llenaron los establecimientos comerciales del centro de la localidad una vez que pasaba la comitiva, no se han en visto ni en número ni en presencia este año tal como se observaron el pasado año en la misma fecha. Según me ha comentado hace unos días un reconocido hostelero local, los dueños y arrendatarios de los establecimientos de la hostelería portugaluja están pensando condecorar al responsable, mujer u hombre, que tomó esta decisión con el “zurullo” del año. 





Creo que es básica la recuperación del pequeño comercio para que nuestras calles no tengan el actual aspecto, para fomentar y crear puestos de trabajo, para crear riqueza y finalmente para poder ser un referente en nuestro entorno pudiendo atraer a visitantes que se sientan interesados en los que podemos ofrecer, cultura, servicios y profesionalidad.





Como pequeño homenaje a los que todavía con sufrimientos abren las persianas de sus comercios y a los que por culpa de la crisis, la mala política consistorial u otros factores llenan las listas del paro, dedico esta entrada la cual ilustro con antiguos anuncios de comercios y empresas que aparecían en prensa a finales de los años 20 del pasado siglo.





A todos ellos, esperando que en el futuro, sino la columna del entramado empresarial jarrillero sean una costilla con un importante peso específico de este nuestro cuerpo que el la N.Villa de Portugalete.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.