
Las últimas entradas han estado dedicadas a sucesos acontecidos durante los años 30, una etapa convulsa llena de sufrimientos que tocaron a todas las capas sociales portugalujas.
En esta ocasión traigo al blog una pequeña poesía aparecida en la prensa de los años treinta, más concretamente el 11 de Setiembre de 1935, en la que aparecen dos pequeñas ataviadas de aldeanas y junto a las mismas, la inspiración del autor plasmada en papel en forma de rimas que cuentan las vivencias de unas aldeanas cuando se acercan al mercado jarrillero para la venta de sus productos, las personas a las que ven y el resultado de sus ventas.
Curiosa poesía, espero que guste y hasta la próxima.
1 comentario:
Es posible que Teodora sea mi abuela,buena Portugaluja y buena compradora a cuantos les quito el hambre....
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