LAS HUELLAS DE LAS CONTIENDAS DEL SIGLO XIX EN EL PORTUGALETE DEL SIGLO XXI

Hace unos meses, mi hijo tuvo la oportunidad de realizar junto con sus compañeros de clase, una de las frecuentes visitas guiadas que organiza el ayuntamiento de Portugalete.

Cuando por la tarde llegó casa me dijo que le había preguntado a la joven que les iba indicando la particularidad de las viviendas del casco viejo o la historia de los edificios más emblemáticos, por unas marcas que se veían a simple vista en el edificio de la calle Santa María mas próximo a la iglesia parroquial.

La joven le comentó que lo desconocía a lo cual mi hijo se retiró junto con sus compañeros comentando a los más cercanos que se trataban de marcas de disparos.

Efectivamente, mi hijo había oído en alguna conversación familiar el origen de las marcas pero desconocía la contienda en las que se habían efectuado. Si nos fijamos con detenimiento todavía hoy en día se pueden apreciar restos de de los fuertes combates que se efectuaron en nuestra población durante el asedio de 1873 – 1874.

Donde estas evidencias son más notables es en el citado edificio de la calle Santa María, y en la parte más próxima a la torre de la parroquia.

En este último caso, y como es conocido por todas las personas que tenemos cierto interés en la historia local, la torre de la iglesia fue durante el sitio carlista un observatorio militar liberal duramente castigado por el fuego de artillería y fusilería enemigo, hasta tal punto que la torre de la iglesia fue destruida, teniendo que repararse con posterioridad gracias a las donaciones de los pudientes portugalujos, de los que cabe destacar a Manuel Calvo el cual aportó la cantidad de 30.000 pesetas de la época. La parte donde se asienta la torre reconstruida, como puede apreciarse en una de las imágenes que inserto, se encuentra literalmente cosida a balazos, que a pesar del tiempo transcurrido perduran en la piedra.

De los continuos bombardeos también se conserva hasta la fecha, una bala de cañón incrustado en una de las paredes interiores del edificio religioso. Su situación concreta es en el lado derecho del altar, mirando desde la puerta de entrada principal. La misma ha perdurado hasta nuestros días en estado de conservación más que notable, pudiéndose ver a simple vista.

Otra bola de cañón, pero de distinto calibre que la anterior, algo más pequeña, la conserva la Cofradía de Mareantes y Navegantes de San Nicolás y San Telmo, encontrada en la fachada del edificio donde se encuentra su sede de a la calle Manuel Calvo hace ya unos años. La misma apareció en la fachada durante la realización de unas obras. Con toda seguridad, este proyectil fue uno de los innumerables que dispararon los carlistas contra Portugalete desde el lado de Las Arenas.

Pero donde han quedado para la posterioridad los signos más evidentes de esta contienda es en el citado edificio de la calle Santa María.

Como se puede apreciar en las imágenes que se insertan en esta entrada, en la fachada de esta vivienda pueden observarse con mucha claridad el impacto de todo tipo de proyectiles. Desde el fuego de fusilería hasta de balas de grueso calibre y de artillería.

Si se observan los dos laterales de la fachada de esta casa y sobre todo en una de sus ventanas, los impactos de grueso calibre son considerables, pudiéndose observar también los impactos de balas disparadas desde fusil.

Espero que la entrada guste, animando a los que nos gusta la historia de nuestra villa a detenerse unos momentos en los lugares que menciono para observar las huellas de las contiendas del pasado.

Hasta la próxima.