Los años previos al
estallido de la guerra civil fueron una continua muestra de provocaciones entre
organizaciones de izquierdas y de derechas dentro del panorama político del
momento.
Los choques violentos o
armados fueron una constante, siendo Portugalete uno de los escenarios donde
desde el mismo momento de proclamación de la República se produjeron varios de
los mismos.
Hoy acerco al blog un hecho
que causó un fuerte revuelo en los medios de comunicación al tener una
transcendencia internacional, me refiero al intento de agresión que tuvo el
embajador de Italia durante una visita realizada a la villa de Portugalete.
El día 4 de septiembre
de 1933 el embajador de Italia en España, Rafael Guariglia realizaba un viaje por la provincia. Ese mismo
día recala en Portugalete, pasando la tarde en
nuestra localidad y más concretamente en el Hotel Portugalete.
A la salida del Hotel donde había confraternizado con varios
miembros de la colonia italiana de la zona, el embajador realiza el saludo
fascista al grupo que le acompaña. El gesto es observado por gran número de
portugalujos que pasan la tarde en la plaza bailando con sus parejas lo que se
interpreta como una provocación de miembros de derechas a la amplia
representación de simpatizantes de distintas formaciones de izquierdas que se
encuentran en las inmediaciones del hotel portugalujo en esos momentos.
La presencia del
embajador había causado una gran expectación desde antes de su presencia física
en nuestra villa.
Una comitiva de lujosos
vehículos se encontraban aparcados en las cercanías de la plaza esperando que
el embajador recalase en Portugalete por vía marítima.
Tras la llegada del
mismo y el consumo de algunos refrigerios, en el momento de la despedida es
cuando se produce el altercado, al poco de observarse los saludos del
embajador italiano, una masa importante de personas comienza a increpar a la
delegación italiana produciéndose un conato de agresión.
Las personas
concentradas en las inmediaciones de las escaleras del Hotel Portugalete se
refugian en el interior del establecimiento hostelero, llegando los cabecillas
del tumulto a penetrar en la zona de las terrazas donde se producen roturas de
bajillas y de varios cristales a consecuencia del lanzamiento de piedras.
El embajador
italiano tiene que salir por un lateral del hotel huyendo de Portugalete a
través del trasbordador del Puente
Vizcaya, refugiándose en la localidad de Las Arenas.
Momentos
después de producirse el tumulto, un camión de la Guardia de Asalto se presenta
en la plaza cargando contra el grupo de asaltantes, deteniendo a seis jóvenes que
supuestamente se encuentran implicados en el ataque contra las instalaciones
del Hotel Portugalete.
Días
posteriores se producen más detenciones entre destacados militantes comunistas
de la localidad, produciéndose un importante revuelo político a consecuencia de
la transcendencia del personaje y de su estatus, el representante oficial de un
país europeo en España.
Durante
días, la prensa nacional recoge diversas crónicas en las que se mezclan las
versiones, repartiéndose y exculpándose culpas
según el criterio del redactor de turno o la afinidad ideológica del medio de
comunicación.
Para ilustrar
estas líneas inserto varias imágenes entre las que se pueden apreciar un
momento del viaje por la ría del embajador y sus acompañantes camino de
Portugalete así como una instantánea de la partida del mismo de la villa de
Bilbao.
Otras de las
imágenes recogen diversos titulares con los que se encabezaban las crónicas periodísticas
sobre este suceso.
El embajador
Rafael Guariglia llego con el tiempo a Ministro de Asuntos Exteriores del país
italiano en 1943 tras la dimisión de Mussolini.
Un suceso
que tuvo a nuestra villa como escenario.
Espero que
la entrada guste y hasta la próxima.
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