Uno de los testimonios más desgarradores de los niños de la guerra
evacuados durante la contienda civil son sin lugar a dudas los recogidos a los
pequeños que nunca fueron reclamados por nadie a la finalización de la contienda y que tuvieron que quedarse durante años en
los países de acogida en algunos de los casos, y para toda la vida en otros.
Hoy acerco el testimonio de uno de esos jóvenes que fueron evacuados muy
jóvenes, en este caso a los trece años, y que regresó a su tierra natal 23 años
después de su partida, tiempo que paso en Inglaterra ya que sus progenitores
fallecieron después de su partida durante la guerra civil.
Hoy acerco uno de esos testimonios, concretamente el del portugalujo José
Armolea, joven que residía junto con toda su familia en nuestra localidad
durante la pasada guerra.
Su testimonia se encuentra recogido en varias entrevistas realizadas a los
últimos supervivientes de este periodo de nuestra historia, recogiéndose al
final de estas líneas los enlaces para todos aquellos que quieran tener más
información de este portugalujo o de este periodo.
José Armolea cuenta en la
actualidad con 86 años pero solo tenía 13 cuando sus padres le dijeron que él y su
hermano tenían que coger ese barco para no morir en la Guerra Civil. Vivía en
Portugalete desde donde zarpó el Habana "vimos ese barco llegar un par de
días antes". A pesar de escuchar a diario el sonido de las bombas, Armolea
recuerda su vida en Bilbao como la mejor etapa de su vida. El viaje duró 48
horas y para José fue algo difícil de comprender "no entendíamos lo que
estaba pasando, ese campamento era enorme y estaba lleno de niños.
"Pero al principio no fue una dura experiencia, porque estaba convencido de que ganaríamos la guerra y la vuelta estaba cerca" recuerda José, ahora con 86 años. A Armolea no le gustó mucho Inglaterra".
"Teníamos que hacer turnos
para que cada día uno fuera a por la comida porque hacía mal tiempo y eso que
la comida era inglesa y muy rara. Además teníamos que dormir en colchones de
paja". Como al resto de niños, sus padres le aseguraron que iba a ser
cuestión de 3 meses y que estaría en buenas manos. Pero las cosas no fueron tan
bien como él se esperaba "lo diré una y mil veces, Franco mató a toda mi
familia".
Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, José Armolea fue trasladado a
Bournemouth con una familia inglesa que se hizo cargo de él hasta que empezó a
trabajar. "¿Que qué pensaba? Pues que he tenido mucha suerte al tener una
familia aquí y sólo trataba de vivir de la mejor manera posible. Es una
situación difícil de entender y de explicar".
Espero que la entrada guste y hasta la próxima.
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