A lo largo de la historia
centenaria del Puente Vizcaya, cinco han sido las barquillas que han servido
para trasladar a muchos miñones de personas de una orilla a otra de la ría a lo
largo de estos años.
La fisonomía de todas ellas es
conocida por la mayor parte de las personas que tienen inquietudes en todo lo
concerniente a la historia de nuestra localidad, sin embargo algunas de las características
de las mismas han pasado desapercibidas hasta la fecha ya que el material
gráfico existente sobre ellas no habían prestado especial atención a
determinados rincones de este particular medio de transporte.
La entrada de hoy recoge una instantánea
del Puente Vizcaya tomada desde el travesaño de esta construcción el año 1920.
Como se puede apreciar en la fotografía,
la barquilla en aquellas fechas no poseía un techo con el que cubrir a los
viajeros los días de lluvia o como la zona de embarque se encontraba fuera del
muelle.
La plataforma de la barquilla
estaba dividida en tres partes casi simétricas. La parte central, diseñada para
albergar bultos, carruajes o animales, no era más espaciosa que los laterales
reservados en exclusiva para los viajeros.
Se puede apreciar así mismo a varios
viajeros sentados en los bancos situados
en los laterales de la zona de público de la barquilla, bancos reservados a los
viajeros de primera clase y con un coste por viaje superior al de los usuarios
que viajaban de pié.
La fotografía nos retrotrae a las
primeras décadas de esta construcción, mostrando una barquilla pocas veces
fotografiada desde el travesaño, una barquilla que fue destruida en junio de
1937 tras la voladura de este emblemático puente transbordador.
Espero que la imagen guste y
hasta la próxima.
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