La evolución de los medios de
transporte fluviales ha sido una constante a través de los siglos. El marco
geográfico donde se encuentra ubicada la localidad de Portugalete ha permitido
que los habitantes de la villa jarrillera hayan podido contemplar” in situ”
esta transformación durante generaciones.
La invención de la máquina de
vapor fue el principal detonante para obtener una fuerza motriz diferente de lo
que se conocía en las embarcaciones de todo tipo hasta esas fechas, alejándose poco
a poco de los medios tradicionales de desplazamiento que no eran otros que la
fuerza del viento o el propio impulso humano a través de diferentes
herramientas.
Esta evolución ha quedado
plasmada en los últimos tiempos por infinidad de fotografías, instantáneas en
las que se puede apreciar a barcos construidos con diferentes materiales y
distinta arboladura surcando las aguas de la ría arriba y abajo, luciendo los
pabellones de los países a los que pertenecían.
La entrada de hoy está dedicada a
una de esas imágenes cargadas de historia. Con el fondo de nuestra localidad,
un remolcador que ha evolucionado desde la tracción de las paletas a otro tipo
de máquina, conservando el toldillo que resguardaba la caña del timón todavía
descubierta, navega tras un barco que todavía conserva los mástiles utilizados
por sus antecesores en el pasado para moverse por la fuerza del viento.
La fotografía está tomada en la
primera década del pasado siglo XX, siendo inmortalizado en esta imagen
nuevamente el Puente Vizcaya.
Si miramos la misma con
detenimiento podemos observar el desaparecido fuerte San Roque, la antigua
estación del tren o el Hotel Portugalete con sus toldos desplegados, lo que
hace sospechar que la imagen fue tomada en la época estival.
Una instantánea no reproducida
hasta la fecha en ninguna de las publicaciones o páginas dedicadas a nuestra
localidad, esperando que la misma guste a todos los que de manera habitual
visitan esta bitácora.
Espero que la entrada guste y hasta
la próxima.
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