Hoy nuevamente vuelvo a acercar a uno de esos portugalujos que paso la mayor parte de su vida fuera de su localidad natal y que descendía de una reconocida familia portugaluja del momento. De los Jado ya he comentado en diferentes ocasiones sucesos, vidas y acontecimientos, trayendo en esta ocasión a otro reconocido miembro de esta saga familiar.
Este portugalujo se trata de Pedro Ángel de Jado y Goenaga nacido en nuestra localidad el 2 de agosto de 1773.
Hijo de Francisco Antonio de Jado Riba y de Josepha Ramona Goenaga Vengoechea, Pedro Ángel será el tercero de una familia de seis hijos. María Thomasa Úrsula (Portugalete 21-10-1761), Manuel Mauro (Portugalete 16-01-1769), Laureano Ramón Ántonio (Bilbao 04-07-1767) Andresa (Portugalete 01-12-1778) y finalmente Bernarda Joaquina (Portugalete 20-08-1781).
De esta familia se conservan algunos datos relacionados con un pleito en los que se enfrentaron María Antonia de Berrioveña, de Bilbao, Francisco Jado y Riba, de Portugalete y María Josefa Goenaga, de Portugalete sobre Nulidad o validez de una manda hecha por José de Goenaga, fechado en 1786.
Sabemos que uno de los hermanos de Pedro Ángel, concretamente Laureano, era en 1792 licenciado en derecho lo que da una aproximación a la importancia económica de la familia Jado en esas fechas. Laureano sería juez entre 1818- 1844, desempeñando diversos cargos como Alcalde de Casa y Corte.
Pedro Ángel realiza sus primeros estudios en su villa natal trasladándose posteriormente a Francia donde completará su formación académica. En 1790 y con tan solo 17 años se traslada hasta la ciudad de Lima en Perú donde bajo la dirección de un tío suyo de nombre Francisco de Riva también de Portugalete, le inicia dentro del mundo eclesiástico.
Con el tiempo el portugalujo Pedro Ángel de Jado será Cura y Vicario de la Doctrina de Santa María del Valle en el arzobispado de Lima en Perú, ocupando este puesto al menos hasta 1823, fecha en la que se publican diversas informaciones relativas al mismo.
Durante las décadas que permaneció en este país americano fueron celebres y muy reconocidos sus pláticas eclesiásticas así como otro tipo de actividades literarias, muchos de ellos llevados a impresión para conocimiento general de los habitantes de la zona donde ejercía su apostolado así como en la capital de la metrópoli y otras partes del imperio.
Para ilustrar estas líneas inserto varias imágenes relacionadas con este canónigo portugalujo, desde la portada de una de las publicaciones en las que se relatan sus sermones hasta una publicación contemporánea de este jarrillero en la que se relatan los méritos y otra serie de actividades ejercidas por este canónigo en el nuevo mundo.
Otro portugalujo más que pasó la mayor parte de su vida en el continente americano, en este caso en Perú.Espero que la entrada guste y hasta la próxima.
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