El destino es un compañero de viaje imprevisible. Puedes
nacer en un lugar y desarrollar tu vida en otro muy lejano o venir al mundo en
una familia sin recursos y alcanzar fama y éxito con el tiempo, nunca se sabe.
El personaje que hoy acerco al blog puede ser una clara
muestra de lo que indico.
A mediados del siglo XIX la esclavitud todavía estaba vigente
en Las Antillas. Como es sabido, Cuba contaba en esas fechas con un gran número
de esclavos de raza negra que se dedicaban al cultivo de la caña de azúcar.
En 1868 viene al mundo en la isla de Cuba un joven en el seno
de una familia de esclavos. Al recién nacido se le pone por nombre Rafael Padilla,
siendo vendido a los 8 o 10 años a un comerciante de Portugalete el cual
traslada al mismo hasta nuestra localidad sirviendo a la madre del mismo en la
villa jarrillera.
La esclavitud estaba abolida en el viejo continente por lo
que cualquier persona que sufriera esta condición si viajaba a Europa se convertía
en un hombre libre de forma automática.
Rafael sirve durante varios años a la madre del empresario
portugalujo huyendo del domicilio de la misma a los 14 años. Se gana la vida
como portuario descargando objetos de los barcos que llegan al puerto de
Bilbao. En esta localidad y de forma casual, conoce al famoso payaso ingles
Tony Grice el cual tras observar la notable fuerza física de Rafael así como
sus dotes para el baile, decide proponerle que se asocien formando pareja
artística. Nace “Chocolate”.
Las primeras actuaciones dentro del mundo del circo las desarrolla
interpretando un número en el que aparece en pista montando una mula salvaje.
Tiempo después se asocia con Footit, un clon de la época con
el que obtiene fama y prestigio. Son los años del Folies-Bergère , de los retratos de
Tolouse Lautrec, de la Belle Époque.
Las parodias se centran en la figura de un clon de raza
blanca y autoritario que no duda en pagar sus iras sobre su compañero “Chocolat”.
Estas representaciones llegan a acuñar un término popular y famoso en su tiempo “pasarlas chocolate” sinónimo de
pasarlas canutas.
La sociedad entre Rafael y su compañero dura más de 20 años, separándose
en 1910, no llegando a alcanzar la gran fama obtenida en el pasado.
Fallece en Bordeaux el 4 de noviembre de 1917. Pobre y solo,
su cadáver será enterrado en una fosa común de esta localidad francesa.
Rafael Padilla, “Chocolat” el niño que nació esclavo, que fue
vendido a un empresario portugalujo residiendo en nuestra localidad durante
años, y que fue descubierto en los muelles de Bilbao en su juventud por un
artista británico, es considerado como uno de los payasos más celebres de su
época, inmortalizado en dibujos y lienzos, llegando hasta nosotros varias de
sus actuaciones filmadas en su época de esplendor.
Un personaje relacionado con nuestra localidad del que no se
tenía noticias.
Espero que la entrada guste y hasta la próxima.
2 comentarios:
hola .....exc articulo hoy vi la pelicula y llore ......que destino.....
No había visto la peli, pero la vi y me enamoré de la historia y fue triste. Creo que el ser cubana me lo hizo sentir un poco más, porque se me hizo tristeza de siglos.
Glenda
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